Artículos del día 20 de marzo de 2007

¿Inducción o deducción? No, arquitectura

Pájaro bobo considera que, efectivamente, hay dos modos de razonar. Uno es la inducción-deducción y otro es la deducción-inducción. Pero entiende que inducción y deducción son partes de un razonamiento, no sendos razonamientos. Juntas, induccción y deducción son complementarias en el plano operativo e intercambiables en el plano metodológico. ¿Por qué? Pues porque, siempre en opinión de Pájaro bobo, el razonamiento humano es un recorrido discursivo de ida y vuelta. Se induce y se deduce o se deduce y se induce.
A guisa de ejemplo, prueba, demostración y comprobación podemos decir que tradicionalmente los edificios han venido construyéndose siempre y sólo de abajo arriba. Se empezaba por los cimientos y se terminaba por el tejado. Una capa, dos capas, tres capas, todas las que hacían falta. Sin embargo, gracias a los adelantos técnicos, desde hace bastante tiempo los edificios pueden construirse, y de hecho se construyen, de acuerdo con un método/recorrido de ida y vuelta. Se empieza por los cimientos y, cuando se ha construido el tejado, se sigue desde allí hacia abajo con la ejecución de la última o las últimas capas de la construcción, hasta llegar a los cimientos. En este caso, se empieza abajo y se termina abajo.
La construcción arquitectónica, al igual que el conocimiento y el razonamiento del ser humano en cuanto recorrido discursivo, es de hecho un bucle, no el resultado de una yuxtaposición de capas o elementos conceptualmente distintos, segmentados y dispuestos o superpuestos de acuerdo con un plano vertical u horizontal.
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Hay conocimiento/razonamiento humano sin recorrido discursivo de ida y vuelta?
¿Por qué en todas sus construcciones, sí en todas, el ser humano busca la simetría?
¿No será el eterno retorno (die ewige Wiederkehr) gozne (Angel) de una concepción cíclica y simétrica de un universo siempre igual en sí mismo y a sí mismo?
Aviso
Te espero aquí, a la misma hora, dentro de un millón de años, dos millones de años, tres millones de años, cuatro…