¿Norma o abuso del uso?
Pájaro considera que, esté o no esté de acuerdo con ello, en la inmensa mayoría de los litigios lingüísticos el uso termina imponiéndose a la norma por vía del abuso como hecho consumado y consumido. El eje sintagmático es democrático, responde al habla y, como tal, a la lengua entendida, percibida y empleada como medio de comunicación, mientras que el eje paradigmático es jerárquico y como tal autoritario y coercitivo. Pajaro bobo se somete a él de buen grado, pero entiende y acepta que otras personas no se sometan y no quieran someterse a él. La gramaticalidad es una variante de la agramaticalidad, no a la inversa. Por eso procura mantenerse fiel a sus convicciones y, al mismo tiempo, ser suficientemente flexible y democrático para aceptar una realidad, ajena a él, sobre la que no tiene ni poder ni autoridad. Fórmula química: firme en las convicciones, elástico en las relaciones.
Hoy, 25 de marzo, Pájaro bobo ha visto y ha leído en la página 17 de ABC, diario de rica tradición academicista y rigurosa redacción gramatical, la frase
«La expulsión hubiera transmitido una imagen de tensión y rebelión en el frente de los presos etarras»
Él considera que la forma verbal «hubiera» es incorrecta y, por lo tanto, que habría (no hubiera) sido mejor utilizar el condicional «habría», pero entiende y acepta que no posee otra autoridad que la que le conceden, de una parte, sus lectores, sus amigos y los amigos de sus amigos, y, de otra, sus no amigos y sus detractores.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es la lengua una mera convención o una manera de describir el mundo previamente elaborado por nuestra mente de acuerdo con los principios de la lógica humana?
Sea como fuere, Pájaro bobo opina que la pregunta es extensible a todas las estructuras jerárquicas y a todos los sistemas de valores creados por el ser humano para el ser humano.