La mano visible de la Providenc¡a
¡Ramón, Ramón! Asómate, el Menesteroso está en la acera de enfrente rodeado de superinos…
—¿Han vuelto?
—Sí, han vuelto todos. Ya tienen con qué llenar la andorga.
—¿Y el Menesteroso?
—Les ha dejado el condumio y ha salido trotando con paso ligero.
Artículo sobre historias escrito por el 19 de marzo de 2007 y sin comentarios de momento.
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