Leo, pregunto, sugiero
El martes, día 3 de abril, Valentí Puig, conocido por Pájaro bobo y sus lectores como el Golafre de las Pitiusas, firmó en ABC un artículo titulado Para fraccionar el PP que empezaba así:
Adaptar la capilaridad política del centro-derecha no pasaría por fraccionarlo entre centro y derecha dura, sino por sintonizar mucho mejor el PP.
Y, tras un tortuoso y azaroso vagar, divagar y marear sin brújula ni norte (al menos, eso parecía), el autor navegante ponía fin a su singladura ofreciendo a modo de regalo de llegada y despedida este rosario de perlas cultivadas en su preclaro y claro cacumen:
Si en la izquierda existe un lastre de determinismo histórico, en la derecha perdura cierto fatalismo. Una coagulación de ese fatalismo —sumada a personalismos de aprendiz de brujo— pudiera ser decisivo para el fraccionamiento del PP. Es algo que los electores, sabios y consecuentes, no perdonarían.
Después de intentar leer hasta cuatro veces el mencionado artículo, Pájaro bobo tuvo deseos de denunciar a su autor en la comisaría de papel, pero enseguida sintió lástima por la infortunada criatura, sin duda víctima de una extraña patología que él, Pájaro bobo y lector vitalicio, se atrevería a definir, por su cuenta y riesgo, como «sorites diogenésico-hegeliano, como «síndrome hegeliano-solipsista» y también, en forma abreviada, como «síndrome de Hegel».
En opinión de Pájaro bobo, lo más curioso del caso no es que este autor, navegante y constructor de mundos conceptuales y gramaticales irracionales e imposibles trate de presentar, regalar y/o vender sus teratologías como politologías alumbradas por un cerebro superior sino que lo consiga y, consecuentemente, sea tratado como tal.
Cuatro preguntas ingenuas e intempestivas
¿Entiende realmente Valentí Puig lo que escribe?
¿Estaría dispuesto a explicárselo de palabra y por escrito a sus lectores?
¿Y si se hiciera una encuesta entre sus lectores para saber qué entienden, qué no entienden, qué no entienden ni leen, qué no leen porque no lo entienden y qué leen aunque no lo entienden?
¿Y si, al margen de encuestas y mundos irracionales e imposibles, el subsodicho se decidiera de una vez por todas a decir y escribir lo que piensa y siente?
Nota
Si se hiciera la encuesta, Pájaro bobo y la mayoría de sus seguidores deberían figurar en la casilla «leen aunque no lo entienden».