Con ABC en el corazón
Pájaro bobo sigue con el diario ABC en el carazón gracias a César, que tiene temple de español, y eso siempre da confianza frente a traiciones, apaños y adecuaciones al momento. La verdad es que debería leer más a menudo su columna o, por peor decir, su rincón. Pero piensa en él y siente como él en lo que importa, en lo que está en juego. España, su unidad, su pasado, su futuro. En realidad, lo que le ocurre a Pájaro bobo es que se le encabrita la cabeza con suma facilidad, y ya se sabe que en los tiempos actuales no hay espacio para ni para las exaltaciones ni para el patriotismo, sólo para las sonrisitas y la política de la puta i la Ramoneta. Ésta sí que tiene futuro. Lo dijo, días pasados, Enric Juliana, el topo del parque del buen Retiro, que está en el ajo. Hay que barcelonizar Madrid. Y, por supuesto, catalanizar España. A ver si nos enteramos de una vez. Mentir o engañar sonriendo y conservando la compostura es un arte, ¿verdad, Enric? Un arte que requiere cabeza y estómago, estómago y cabeza. Pájaro bobo no llega a tanto. La verdad es que cuando era pequeño y aún no se llamaba Pájaro bobo, su madre, la señora Lucía, solía decir de él: «Parece mentira que tenga un hijo tan listo y tan burro». Y ahí se quedó el pobre. Miguel de Cervantes, a buen seguro bastante más pobre que él en pecunia y enseres, escribió de alguien, que muy probablemente era él mismo: «Tenía todos los talentos menos el talento de saber hacer uso de sus muchos talentos». En ese aspecto, Pájaro bobo ni se lamenta ni tiene motivos para lamentarse; ha resuelto su vida y la de su prole con dignidad, con burguesa dignidad. Gracias a Margarita; por lo tanto, gracias, Margarita.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué hará Pájaro bobo el día en el que su César del alma deje de escribir en ABC, porque no le dejan escribir, y se apodere del diario a diario Valentí Puig, Golafre de las Pitiusas y agente siniestro del separatismo catalán más siniestro?