Artículos del día 29 de julio de 2007

El raposo de Zaratustra

Pájaro bobo ha recibido un mensaje-carta de la raya de Portugal. Le ha llegado por internet y se lo ha enviado don Francisco, alma franciscana y párroco de varios poblados existentes entre el Alagón, en tierras de las Hurdes, y el Tormes, pasadas las Batuecas. En su mensaje, el clérigo le dice que Zara (tustra) está bastante mal, que blasfema mucho (en cualquier caso, más de la cuenta) y, a lo que parece, come poco, pues está transido como un espíritu en Cuaresma, que días pasados estuvo en la iglesia, no en misa, y le entregó un papel con un texto para que él, Francisco, se lo transcribiera y se lo enviara, vía internet, a su amigo Pájaro bobo, que, como los dos saben y lamentan, cumple pena de cautiverio perpetuo en tierra de fenicios, vora al piélago de la Sargantana. El proyecto de Zara, nada descabellado, dice y reza: él, allí en su espelunca, escribe un texto de su puño y letra, se lo entrega a su raposo, el raposo, en funciones de mensajero y cartero, se lo lleva a don Francisco, pastor de almas, y éste, después de descifrarlo, lo encifra de nuevo en lenguaje ciberrnético y se lo remite a Pájaro bobo, que lo recibe y lo lee lindamente como mensaje electrónico en su búnker de pladur.
El mensaje que Pájaro bobo ha recibido hace unos momentos es una prueba y la prueba ha sido un éxito, pues parece ser que le ha llegado en perfectas condiciones de fidelidad y legibilidad. Ahora sólo falta repetir la operación en sentido inverso: el mensaje de Pájaro bobo tiene que llegar a Zara, vía internet, o sea, a través de don Francisco; cuando éste lo reciba, tendrá que hacer una copia en papel y entregársela al raposo para que el raposo se la lleve y se la entregue en mano a su amo, Zara.
Fórmula y comentario
Se trata de un bucle que en el tramo de ida empieza con un texto escrito sobre papel por Zara; a continuación, el texto pasa a la boca del raposo y de ésta a las manos de don Francisco, que lo introduce en la red, donde se transforma en un texto virtual que finalmente es recibido por Pájaro bobo en su ordenador, mientras que en el recorrido de vuelta el mensaje de respuesta empieza en la red como texto virtual escrito por Pájaro bobo y luego, gracias a la intervención de don Francisco, se transforma en un texto sobre papel para que el raposo pueda llevarlo en su boca y, acto seguido, Zara leerlo con sus ojos de miope.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿llegará un día en el que, Dios no lo quiera, Zara envíe sus mensajes vía internet y decida prescindir del raposo?

Duran i Lleida se inventa guerras y enemigos

Duran i Lleida, nacido en la franja de Poniente, sigue fiel a su empeño de hacer méritos para que los fenicios, que, curiosamente, siempre desconfiaron de él, le den crédito y confianza. ¿Cómo? Pues como siempre, inventándose enemigos de Cataluña y de los catalanes, amén de guerras contra su país de adopción. A juicio de Pájaro bobo, este feligrés con alma de sacristán apagavelas lo tiene realmente difícil: su mensaje se lo ha de creer él, aquellos a los que va dirigido y pretende engañar (una vez más) y sus aliados y eternos e irreductibles anemigos personales… Y no se refiere sólo a la Ferrusola, a Pujol ben Gurion y a los Pujolets, mas también a ellos.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Y si después de tanto intrigar, éste hijo de la franja de Poniente y por lo tanto más bien alejado del mar de la Sargantana, se dirigiera a Rajoy, a Zapatero o al Rey y le dijera que no quiere seguir jugando con tres barajas y que, por favor, le den la doble nacionalidad: la española y la fenicia?
¿Debería interpretarse su ruego/petición como un acto de arrepentimiento y sinceridad o como una nueva añagaza para superar y burlar a sus aliados y enemigos encarnizados?