¿Navajeo en la prensa madrileña?
Enric Juliana, conocido en este minifundio virtual, nacido del papel y la letra impresa, como el topo del parque del buen buen Retiro, hablaba días pasados en su croniquilla de y para La Vanguardia barcelonesa del navajeo casi obsesivo de la prensa madrileña. Un separatista de tomo y lomo como él, personificación de la falsedad y la perfidia púnicas, busca brega para segregar su baba y justificar su estancia en la capital. En honor a su empeño, Pájaro bobo le asciende ahora de rango y le nombra «Gran sabandija de las cloacas del municipio capitalino». De hecho, el aludido se pasa el día y la noche recorriendo las vías del clavegueram municipal en busca de inmundicia con la que componer sus croniquillas y dar de comer y leer a sus adictos. Es difícil saber si lo consigue siempre pero la verdad es que siempre lo intenta. Ahí, sobre el papel, está la huella de su persistente merodeo. Como el pobre trafica con veneno, hay que tener presente que, en su caso, no hay mensaje sin veneno ni veneno sin mensaje y, por lo tanto, sin destinatario.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿ha estado acaso el tal Juliana en las fiestas de nuestra capital o de alguna de sus barriadas?
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