La guerra secreta de Maragall
Respuesto del último soponcio, Pasqual Maragall ha empezado a merodear sospechosamente por el ringside político, y, a pesar de toda su pachorra y su modorra consuetudinarias, se diría que está a la que salta. El hombre tiene dos dèries u obsesiones/manías: acabar con Montilla, el homúnculo utilizado por el tal Zapatero para desposeerle del cargo de presidente de la Generalidad de los catalanes y luchar—léase intrigar— por la independencia de Cataluña de acuerdo con el proyecto confederal y la soberanía compartida, que después será partida y repartida. Como puede verse, el angelito está nuevamente en forma. ¿Y Zapatero? ¿No se la tiene jurada? Pues claro que sí, pero eso va para largo.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cuál será la próxima gran traición de Maragall?
Añadir comentario