Suplemento cultural, catalanismo, endogamia, empobrecimiento, etc.
La Vanguardia de Barcelona continúa su proceso de catalanización, desespañolización y empobrecimiento. Todos sus colaboradores, de la A a la Z, exhiben el carné de catalanistas militantes. Escriben y, en la mayoría de casos, piensan en español, pero no mencionan palabras como España, español y similares. Para eso está el socorrido recurso semántico-político-literario «este país», que, además de dar mucho juego, permite un camuflaje múltiple e instantáneo. Simultáneamente, el suplemento Culturas, que el diario barcelonés lanza los miércoles, acusa una persistente eliminación de temas españoles, lo que le/lo está dejando con menos entidad que una hoja parroquial. Allá ellos. Naturalmente, eso siempre les dará pie para hablar de las conjuras madrileñas, del rechazo español a todo lo catalán, de la traición… ¿Qué he dicho? Los fenicios nunca mencionan palabras como traición, traidor, falsedad, falso, afines y similares.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿cómo seguirá alimentándose la endogamia catalanista de La Vanguardia barcelonesa si necesita de los lectores españoles y en español?
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