Artículos del día 6 de septiembre de 2007

La penúltima finta de Zapatero y la guerra que nos espera

El Sanedrín avisa

Gracias a su grácil juego de piernas, Roríguez Zapatero recuerda, unas veces, un púgil en continuo movimiento y, otras veces, un funámbulo empeñado en mantener su precario equilibrio danzando sin parar a lo largo de una cuerda suspendida sobre las cabezas de cuarenta y cinco millones de españoles. Pájaro bobo se huele la tragedia y cada dos por tres exhala un ay de angustia, pero lo cierto es que el púgil y malabarista consigue salir indemne de cada uno de sus combates e incluso de cada una de sus danzas a vida o muerte. De momento, ni la Eta ni los separatistas de arriba y de abajo ni las negociaciones más o menos ilegales con unos y otros, siempre ilegítimas, ni su propia e impropia falta de conciencia nacional y sentido de Estado como gobernante han podido con él. Zapatero sigue en pie, danzando y sonriendo. Ahora, enterrado el proceso negociador con Eta (que sepamos, esta vez no ha habido ni siquiera promesas), el hombre ha corrido a cubrir el flanco más español de su formación para cerrar el paso a Rosa Díez y cortar la consiguiente fuga de capital social en forma de votos y votantes. No sabemos si lo conseguirá, pero ya ahora podemos afirmar que, con promesas o sin promesas, este artista del ring y la cuerda floja va a añadir una muestra más de sus habilidades al relato de una vida política hecha de golpes de suerte y carambolas a izquierda y derecha, arriba y abajo.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué hará este futuro interfecto cuando se entere de que, llegado el momento, el Sanedrín catalán piensa ampliar el frente separatista mediante un pacto de Estado con sus aliados del norte como preludio de una guerra gneralizada de rompe y rasga?

El new deal de Pujol ben Gurión


Las cábalas del Sanedrín catalán

Parece ser que Pujol y los suyos tienen la mosca detrás de la oreja. El tren de la independencia catalana no se mueve ni mucho ni poco. Está aparcado en una vía muerta, la vía muerta de las promesas olvidadas de Zapatero. Naturalmente, para un separatista como Pujol ben Gurion, que ha vivido y vive de la intriga y la conjura permanentes, eso es una mala jugada o, si se prefiere, una malifeta inadmisble. Y,naturalmente, un ataque a Cataluña. Por eso, y porque toca, el ex honorable ha convocado al Sanedrín y le ha expuesto su nuevo pacto o new deal. El objetivo, el reconocimiento de Cataluña como nación soberana — ha venido a decir a los congregados—, está al alcance de la mano. Todo lo que hace falta es un nuevo impulso. Los chulos de Madrid no pueden ahogar a Cataluña negándole un dinero que es de Cataluña y de los catalanes. La idea del líder mesiánico es utilizar a la sociedad catalana, concretamente la parte de la sociedad catalana a la que que él llama sociedad catalana, y lanzarla contra el gobierno de Zapatero, gobierno del Estado opresor. El new deal es, en este caso, una conjura, la última conjura del Sanedrín catalán, para reforzar la presión y seguir avanzando por la senda de la soberanía mediante un renovado y más exigente frente nacionalista.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué añagaza tendrá preparada el nada honorable Pujol ben Gurion para el caso, en modo alguno improbable, de que fracase su próxima campaña independentista?