Táctica del independentismo catalán: del eje horizontal al eje vertical
A Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constiutional, para que lea, aprenda y se avergüence
Si en un primer momento, ya en los albores de la democracia, los separatistas catalanes se cuidaron de que sus hombres, distribuidos entre los diversos partidos, coparan todo el espectro político-social de Cataluña —plano horizontal—, de manera que aquí sólo hubiera partidos catalanistas, separatistas e independentistas y todo aquel que quisiera votar tuviera que votar necesariamente catalanista, separatista e independentista, después ese mismo plano, basculando sobre cualquiera de sus dos extremos, se convertía en un frente nacional —plano vertical—, formado por la totalidad de los votantes de Cataluña, más de seis millones de personas, cuando la realidad era que más de la mitad de ellas (exactamente cuatro millones doscientas mil) habían sido despojadas de uno de sus derechos constitucionales, concretamente del derecho a elegir libremente a sus representantes, y, por lo tanto, se hallaban, al menos parcialmente, en situación de muerte civil, toda vez que tenían que elegir como representantes políticos a los designados por sus opresores.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿alguien tiene tanto poder y tanta perfidia como para impedir que un día se sepa lo que ha ocurrido y está ocurriendo en Cataluña durante los últimos treinta años?