Cataluña: dos comunidades: una comunidad opresora y una comunidad oprimida
Punto de partida obligado de estudios y denuncias a cargo de juristas y profanos
Como en Cataluña hay dos comunidades sociolingüísticas grosso modo numéricamente paritarias, se comprende que toda normativa legal de carácter social que quiera ser representativa y, por lo tanto, genuinamente democrática debe tener en cuenta esa realidad y, consecuentemente, respetar los derechos y las obligaciones de ambas comunidades. El llamado Estatuto de Cataluña no sólo vulnera globalmente todos los derechos de la comunidad de lengua española de Cataluña sino que incluso niega y oculta deliberadamente su existencia. Estamos, pues, ante una sociedad con dos comunidades: una opresora y otra oprimida. La opresión adquiere aquí su expresión más radical y más perversa en cuanto que se niega y se oculta dolosamente la existencia de la comunidad oprimida. El mencionado Estatuto de Cataluña fue redactato exclusivamente por representantes de la comunidad opresora. En opinión de Pájaro bobo, ese es el punto de partida obligado de todo estudio de dicho documento y causa suficiente de su invalidación.
Pregunta ingenua y intempestiva: ¿estamos ante un caso flagrante de fraude de ley, de abuso de derecho o de ambos a la vez y de otras muchas cosas más?
Nota
Pájaro bobo no es jurista, sólo un ciudadano español residente en Cataluña y, como tal, sometido a condiciones de muerte civil.