Cataluña: una sociedad, dos comunidades sociolingüísticas
Más allá de las opresiones y los frentes unificados
A pesar de todas las maniobras de los separatistas para hacerse con la representación total, única y exclusiva de la sociedad catalana, es fácil ver y apreciar que aquí sigue habiendo dos comunidades sociolingüísticas perfectamente diferenciadas. Que la legislación vigente en esta Comunidad autónoma no reconozca y respete esa realidad es un delito, no una prueba de que no existen, delito que, precisamente por su carácter de hecho consumado, el Estado debe enmendar cuanto antes a través de sus instituciones, empezando por el Tribunal Constitucional.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿puede la comunidad de lengua catalana imponer y mantener indefinidamente su opresión sobre la comunidad de lengua española ante la pasividad y la impotencia fáctica del Estado español y sus instituciones?
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