Marcos Ana: una vida sobrecogedora
Ciertas utopías pertenecen al ámbito de una futura realidad racional
Pájaro bobo, que se lamenta constantemente de las persecuciones de que ha sido y es objeto en su paso por la tierra, queda impresionado por la entereza de este jornalero comunista, hijo de jornalero. Una vida tensa e intensa, activa y proactiva, poética y poyética, siempre en positivo, siempre pisando el suelo de la realidad y siempre con los ojos fijos en el cielo de las utopías. Toda una lección, todo un modelo. Y quien dice lección y modelo dice referente. Pájaro bobo quiere creer que, extinguido el odio, hijo de la ignorancia, la conciencia universal nos unirá y la unión nos redimirá. Mientras tanto, él aspira a dejar de ser el que es para empezar a ser el que no es. O lo que es igual: a encontrar su lugar en el tiempo y en el espacio, fuera del tiempo y fuera del espacio.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es cierto que un día el ser humano romperá el círculo vicioso del odio?
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