El caso Gallardón y el resultado de las elecciones
En política, como en ajedrez, suele perder el que comete el último error
Intrigas aparte, es evidente que el caso Gallardón ha perjudicado al PP; incluso que le ha perjudicado gravemente y ha reducido en buena medida sus posibilidades de ganar las elecciones. Como afortundamente aún tienen algo así como cuarenta días por delante, Pájaro bobo considera que Rajoy y los suyos deberían darse prisa en cubrir la herida e impedir por todos los medios que ésta se cronifique y/o se necrose. Un Gallardón despechado con los populares y cortejado por los antipopulares puede constituirse en un elemento de desestabilización determinante. Por ese motivo y para impedir que ocurra tal cosa, alguien piensa que la dirección del PP debería adoptar, entre otras, estas dos medidas de carácter urgente y obligado cumplimiento.
Primera. Firmar un pacto de honor (Gentlemen's agreement) con Gallardón para asegurarse su lealtad y blindarlo ante posibles y previsibles intrigas y maniobras de captación/manipulación por parte de los antagonistas políticos del PP, desde José Blanco hasta Duran i Lleida, pasando por personajes de tan probada perfidia como Josep Piqué.
Segunda. Anunciar la adopción de una medida de carácter económico y alcance nacional, socialmente positiva, ni especulativa ni discriminatoria.
¿Dónde está esa medida? Habrá que buscarla. Si la encuentra, Manuel Pizarro tendrá muchas posibilidades de erigirse en príncipe de las finanzas de la próxima legislatura.