Artículos del día 22 de enero de 2008

Derechos de los españoles de Cataluña


La Generalidad de Cataluña chantajea al gobierno de la nación desde una posición ilegítima con métodos ilegítimos

Después de privar de instrucción escolar en español a los miembros de la comunidad de lengua española de Cataluña (más de cuatro millones de ciudadanos de un total de siete), la Generalidad quiere imponer ahora por decreto el aprendizaje del catalán. Conviene tener presente que el último Estatuto de Cataluña fue elaborado, presentado y aprobado única y exclusivamente por los representantes de la comunidad de lengua catalana (menos del cuarenta y ocho por ciento de la población total de la Comunidad), lo que significa que tanto ese Estatuto como toda la actividad del Parlamento de Cataluña son ilegítimos, inmorales, antidemocráticos y anticonstitucionales. Para ser legítimas, morales, democráticas y constitucionales, todas las leyes y todas las disposiciones del Parlamento de Cataluña deben empezar por reconocer la realidad social de esta Autonomía, determinada por la existencia de dos comunidades sociolingüísticas: una comunidad de lengua española, equivalente aproximadamente al cincuenta y dos por ciento de la población total, y una comunidad de lengua catalana, equivalente aproximadamente al cuarenta y ocho por ciento restante de la población. Además, si quieren ser legítimas y justas, las leyes están obligadas a respetar y salvaguardar por igual los derechos de todos y cada uno de los miembros de una y otra comunidad. La composición del Parlamento de Cataluña es fruto de una conjura según la cual en Cataluña la política tienen que hacerla total y exclusivamente los catalanes para los catalanes. Los partidos políticos de Cataluña son el instrumento de esa conjura.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿sabe el Tribunal Constitucional que las prácticas de la Generalidad de Cataluña constituyen un atentado a la soberanía de España como nación y Estado?

Gallardón busca trabajo: la hora de las especulaciones

Cuando los políticos pierden la perspectiva de la realidad

Si uno se decide a interpretar cum grano salis dos de las últimas declaraciones de Gallardón («Me han clavado un puñal» y «Estoy buscando trabajo»), puede llegar fácilmente a la conclusión de que el hombre, a pesar de sentirse seriamente dolido, está buscando partido. Si realmente fuera así y estuviera buscando trabajo/partido, uno podría  empezar a pensar en las posibilidades que se le ofrecen.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿ha puesto ya Gallardón el ojo en algún club/partido político o se va a dedicar a coleccionar/seleccionar ofertas de trabajo con las dos manos?