Zapatero: tensión y tensiones
Tensión: estado de un cuerpo sometido a la acción de fuerzas opuestas que lo atraen. Diccionario de la Lengua
Como no puede ser por menos, la palabra «tensión» tiene, además de un significado básico, varias acepciones y varios usos. Así, por ejemplo, si decimos de alguien que está en tensión queremos significar que su tensión es superior a la normal o, más concretamente, que ese alguien se halla ante una tarea, un problema o un peligro que reclama el concurso de todas sus facultades físicas y mentales. En principio, para que los organismos vivos lleven a cabo sus funciones deben mantener una tensión que los ayude a sobrevivir y a ser competitivos. Sin tensión no hay vida o, si se prefiere, no hay vida sin tensión. Pero, en cada caso concreto, esa tensión debe mantenerse dentro de ciertos límites. Si la tensión es excesivamente baja, el organismo languidece y termina muriendo. Si es demasiado alta, el organismo pierde el control de sí mismo y revienta o se desintegra. Mantener una tensión constante adecuada es uno de los secretos de una actividad duradera en organismos naturales y no naturales.
En cambio, expresiones como crear tensiones o provocar tensiones tienen significados completamente diferentes y en líneas generales negativos, pues remiten conceptualmente a situaciones de enfrentamiento agresivo/defensivo entre dos o más organismos vivos. No creo que incurra en un infundio hijo de la mala fe si digo que Rodríguez Zapatero se refería a ese tipo de tensiones cuando dijo: «A nosotros nos conviene la tensión». Tensión o tensiones entre partidos. Otra cosa habría sido si hubiera dicho, por ejemplo: «A nosotros nos conviene que nuestros afiliados y simpatizantes se mantengan en tensión». Pero es evidente que la perfidia y, en este caso, la inteligencia de Zapatero no llegaron a tanto.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es posible mantener la tensión adecuada en el seno de un partido sin provocar tensiones indebidas entre dos o más partidos?