Pizarro-Solbes. Una consideración avant match
Para luchar contra la explotación lo más inteligente es empezar por dejarse explotar
De acuerdo con una visión indulgente e incluso amable de su respectiva adscripción política, Pizarro encarna esencialmente la economía productiva y Solbes la economía distributiva. Pájaro bobo entiende que, en este caso, lo ideal sería combinar lo bueno del uno con lo bueno del otro. Pero parece que no va a ser posible; al menos, no lo ha sido ni a lo largo de la historia de la humanidad ni a lo largo de la historia de España. En la práctica, la producción/productividad va unida al afán de lucro y la explotación propios del capitalismo, mientras que la distribución, se llame redistribución, nacionalización, desamortización o simplemente distribución, está supeditada indefectiblemente a prácticas demagógicas y regímenes demagógicos.
En Norteamérica, el vencedor del debate sería con toda seguridad Pizarro, precisamente por eso que aquí se le critica y recrimina. Allí, el éxito económico en la empresa privada es aval y garantía para que los ciudadanos confíen a alguien la gestión de la Hacienda pública. En Sudamérica, ese mismo éxito económico sería una prueba de que el subsodicho es un hombre corrupto y sin escrúpulos. Como en lo económico España está entre dos aguas, habrá que ver si gana el norteamericano Pizarro o el sudamericano Solbes. De momento parece que la mayoría de los españoles está más cerca de Zapatero que de Rajoy, aunque sólo sea en atención al oportuno/oportunista regalo de cuatrocientos euros.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿es lícito regalar a cada ciudadano español cuatrocientos euros, en tiempo de elecciones, sin pedirles nada a cambio?