Artículos del día 3 de marzo de 2008

El Estado de las Autonomías: ¿invento o conjura?


Y ahora resulta que el invento no resulta

Hoy, en la Tercera de ABC, Jiménez de Parga se lamenta amargamente, ¡una vez más!, de las funestas consecuencias que ha traído consigo la implantación del llamado Estado de las Autonomías. Después de narrar/comentar algunos aspectos relacionados con la elaboración/redacción de la Constitución de 1978, el jurista confiesa que pronto sus creadores más sensibles y más ingenuos se vieron sorprendidos por la voracidad de algunos representantes autonómicos, que, no a pesar de ello sino precisamente por ello, desde entonces han llevado en todo momento la voz cantante. De seguir así, viene a decir el disertante, «el Estado de las Autonomías terminaría por descomponerse». En opinión de Pájaro bobo, eso equivale a decir que la Constitución de 1978, que toma cuerpo en el Estado de las Autonomías, se deslegitima a sí misma: desaparece el Estado y quedan las Autonomías, bien es verdad que con diferentes estatus y diferentes nombres. Según él, se trata, más que de un invento, de una conjura para arrebatar la soberanía nacional al pueblo español y entregársela, en partes y por etapas, a las minorías periféricas. El carné de ruta elaborado por cada una de estas  nos dice a dónde quieren llegar juntas y por separado, cómo y en cuánto tiempo.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿consentirán los españoles la destrucción de su patria mediante una conjura?

Último combate Rajoy-Zapatero: ¡segundos, fuera!


¿La suerte ya está echada?

Ciertos indicios, leídos e interpretados en clave de rabiosa actualidad, nos dicen con bastante probabilidades de acierto qué asuntos van a primar mañana, lunes, los contendientes en sus intervenciones. Por orden de urgencia: economía, terrorismo de Eta, proyectos futuros y poca cosa más. El líder de los populares ya ha desvelado que no sólo quiere hablar de economía sino también obligar a Zapatero a mojarse y hacer otro tanto. Cabe pensar que, a partir de ahí, Rajoy va a buscar un enfoque más comedido, centrado en una economía con menos estadísticas y menos encriptaciones numéricas pero con más declaraciones y explicaciones verbales dirigidas al elector/contribuyente español medio. Podemos conjeturar asimismo que el representante socialista seguirá, o intentará seguir, con sus retahíla de promesas, pues en ellas ha basado prácticamente su campaña. Son promesas que de momento no obligan a nada y tienen excelente acogida. Una propuesta de cuatrocientos euros para cada conribuyente o, lo que en este caso es igual, para cada votante sólo puede ser superada por una propuesta de, al menos, quinientos euros en iguales condiciones. Rajoy no va a hacerla. De todos modos, en opinión de Pájaro bobo eso equivale a querer comprar votos y debería estar prohibido. El asunto de Eta volverá a aparecer, porque, presentado por Zapatero, es una prueba de su buena voluntad y de sus deseos de alcanzar la paz a cualquier precio. ¿Aprovechará Rajoy la oportunidad para desmontar la tramoya del falso socialista obrero español? Antes o después de Eta, vendrán los proyectos. En ellos, Zapatero volverá a poner de manifiesto su talante dadivoso, mientras que Rajoy intentará frenar su derrota apelando al trabajo y al esfuerzo individual y colectivo. Más que probablemente ganará Zapatero: regalar siempre vende más que exigir, sobre todo en tiempo de elecciones. Ante esa eventualidad, alguien ya se ha encargado de escribirle un carné de ruta a modo de guía o bitácora. En él se le dan instrucciones de obligado cumplimiento sobre lo que debe y lo que no debe tratar/negociar con Eta, de lo que puede y lo que no puede prometer/ceder/regalar a los separatistas vascos y catalanes, de lo que puede y no puede hacer con la Constitución, amén de alguna otra instrucción sobre la unidad de España y sus regiones.
Pregunta ingenua e intempestiva en dos tiempos: ¿ganará Zapatero las próximas elecciones y, en el caso de que gane, terminará su mandato?