Cábalas en torno a un futuro pactado
Con la sequía como amenaza al fondo
La legislatura que empieza ha cogido a protagonistas (recordémoslo: primeros en la lucha) y comparsas en sus puestos, con las escopetas a punto. Un frente principal y varios frentes menores. El frente principal tiene una vez más el Ebro como línea divisoria simbólica y, en cierto modo, real. En la orilla derecha está el jefe de Gobierno, Rodríguez Zapatero, con Alonso y Bono como ayudantes. En la orilla izquierda, cerca de la cabecera del río de los iberos, el lendakari Ibarretxe, que amenaza constantemente con echarse al monte seguido por cuarenta de los suyos. No lo hará, pero amaga y amagará. Puro farol. También Montilla, el charneguete del bajo Llobregat ascendido a catalán «sabra», tira de farol pero con perfidia de converso. Y eso que ahora el agua no le llega a los tobillos. Si sobrevive, que es mucho sobrevivir, será porque capta los mensajes a tiempo y se aviene a razones. Eso no significa que no vaya a intentar nuevas y más osadas traiciones. En cualquier caso, podemos decir que está en la lista necrológica y necrofílica de Zapatero. El Tajo es/era otra línea divisoria, en este caso más simbólica que real, pero Zapatero decidió repescar a Bono y ponerlo a su servicio para frenar por un lado a los enemigos exteriores, los separatistas, y por otro, a los enemigos interiores, el Guerra y sus secuaces.
Legislatura incierta y complicada. En cualquier caso hay que reconocer que Zapatero ha aprendido. Negociador hábil, oportunista, irreductible y poco menos que invencible. Aun así, Pájaro bobo apuesta por Alonso. Metido a televidente (el que ve lejos), se inclina a vaticinar que tras la quema de Bono en la hoguerra de las vanidades, su jefe y mandatario tendrá que buscarle sustituto. Pero el sustituto sustituirá primero a uno y depués a otro. Ese será el momento del Pacto de Estado entre los dos partidos nacionales.
Pregunta ingenua e intempestiva: si Alonso está llamado a ocupar el puesto de Zapatero cuando haya que firmar el Pacto de Estado, ¿quién ocupará el puesto de Rajoy?