El oasis catalán se queda sin agua
De oasis a páramo, de páramo a desierto
Todo proyecto independentista, incluso si opta por la variante catalana de la puta i la Ramoneta, tiene un objetivo esencial e irrenunciable. Y ese objetivo es, además de arriesgado y peligroso, caro. Hace tiempo, Pájaro bobo, basándose en esta premisa, predijo que los Comunidades Autónomas sin problemas de identidad y libres de proyectos secesionistas iban a tener un desarrollo más racional y más equilibrado orgánica/socialmente que las Comunidades embarcadas/atrapadas en cancamurrias independentistas. La independencia reclama un Estado y el Estado reclama una Administración estatal propia. Ese es el gran problema o, por mejor decir, el fraude monstruoso que se ha querido ocultar a perjudicados y presuntos beneficiarios, si los pudiera haber y los hubiera. Claro que los separatistas catalanes encontraron ahi la solución ideal: nosotros vamos a dirigir la independencia de Cataluña como queramos, pero la financiaremos con el dinero de los panolis. Y estos aún tendrán que darnos las gracias. Además, al final nosotros mandaremos en toda España, de modo que los panolis necesitarán visado para entrar en Cataluña y, claro está, no podrán ocupar cargos en la Generalidad. Faltaría més! Y en esas están. Ilusos.
Madrid es hoy una megalópolis impresionante, mientras que Cataluña sigue con su proyecto independentista cuando el Carmelo ha pasado a la historia como uno de los mayores desastres urbanos y urbanísticos que se recuerdan y el AVE de Barcelona ha puesto de manifiesto deficiencias estructurales suficientes, en calidad y cantidad, para meter en la cárcel a todos sus responsables, o sea, a la Generalidad en peso. Para colmo, el oais catalán se queda sin agua debido a la falta de previsión. Por culpa del agua, que es a su vez culpa de la falta de previsión y planificación, el oasis catalán está ahora al borde del colapso. Eso sí que es sequera, que es como se dice sequía en la lengua del bajo Llobregat, del delta del Ebro y del Segre.
Tres preguntas ingenuas e intempestivas
¿Cómo es que los responsables de la Generalidad de Cataluña, siempre tan previsores y calculadores, no han previsto y calculado que el oasis catalán iba a quedarse sin agua?
¿Consentirá la Generalidad que las delegaciones y futuras embajadas de Cataluña en París, Londres y Berlín se queden sin suministro de luz y agua por impago de los alquileres?
¿Permitirá Jordi ben Gurión que a la señora Marta se le sequen las plantas por culpa de la sequera?