Artículos del día 6 de abril de 2008

Fútbol: el bloque contra las individualidades


El Geta es mucho Geta

Entre los grandes clubes de fútbol se ha impuesto, desde hace tiempo, una línea que, en opinión de Pájaro bobo, no resulta acertada ni en el deporte ni en los negocios ni en la política. Se trata sencillamente de buscar las (presuntamente) mejores individualidades y comprarlas al precio que sea, generalmente a precio de oro. De ese modo, los responsables de los clubes millonarios colocan sobre el césped once destacadas individualidades, pero eso no quiere decir que tengan un gran equipo y, mucho menos, un equipo excepcional. De hecho, los once mejores jugadores del mundo no dan el mejor equipo del mundo. El equipo es siempre fruto de un trabajo coordinado. Y, curiosamente, a las grandes individualidades les suele costar integrarse en un equipo de trabajo. Muchas veces, un conjunto más modesto pero mejor organizado y, sobre todo, más compensado y equilibrado da más juego que un teórico dream team, algo en lo que, dicho sea de paso, Pájaro bobo nunca creyó. Él es partidario del trabajo en equipo, del bloque, tanto en el fúbol como en los negocios y en la política. Para él, el Getafe, equipo a la vez modesto y simpático, hace en muchas ocasiones mejor fútbol que el Madrid o el Barcelona.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿saben los aficionados al fútbol que en los equipos modestos es, generalmente, donde mejor se ve la mano del entrenador?

El terrorismo: agentes y beneficiarios


Trabucaires y segadors

Pájaro bobo considera que, al hablar de terror, terrorismo y terroristas en España, hay que tener en cuenta no sólo a los trabucaires de Eta sino también, y acaso sobre todo, a sus agentes de guante blanco y a sus beneficiarios directos e indirectos, declarados o descarados y sumisos o vergonzantes. En el mapa político-demográfico de las Españas autonómicas, los beneficiarios del terror que nos castiga, humilla y envilece van desde el lendakari Ibarreche y su tropa hasta el carallot (botarate) Carod y sus delegados o embajadores en los principales países de la vieja Europa, pasando por las tribus burguesas de Vascongadas y Cataluña Sur.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué a lo largo de la historia primero se persigue y se mata a los disidentes, después se impone la ley del terror y, una vez impuesta la ley del terror, se predica la paz?