El referéndum de Ibarretxe frente a la soberanía nacional y la Constitución
A juicio de Pájaro bobo, el referéndum auspiciado ahora por el lendakari Ibarretxe es una consecuencia de la pérdida de la soberanía nacional en el ámbito jurídico-administrativo de la Comunidad Autónoma conocida con el nombre de País Vasco. Consecuencia y, por lo tanto, confirmación que puede y acaso debe verse como resultado del juego persistente de dos fuerzas opuestas, asimétricas y, en este caso concreto, complementarias. De un lado tenemos, para vergüenza de todos los españoles, una cadena de actos de dejación y claudicación del Estado, a través de sucesivos Ejecutivos, y de otro lado tenemos, para ignominia de todos los españoles, una cadena de actos de usurpación por parte de las autoridades autonómicas vascas que inician su andadura depredadora bajo el paraguas protector/disuasor de la banda terrorista Eta. De hecho, la presencia de Eta determina no sólo la existencia de un espacio geográfico que escapa a la soberanía nacional sino también, y como correlato práctico suyo, la existencia de un sector poblacional que se beneficia clara y abiertamente de esa protección frente a un sector poblacional que sufre su acastigo en forma de atentados criminales y un terror continuo y generalizado.
Y, si eso es así, no es lícito hablar ni de soberanía nacional ni de democracia, aunque sólo sea entendida como igualdad de condiciones sociales para todos los miembros de una misma comunidad.
Pájaro bobo considera que, ante esta situación, al Ejecutivo español sólo se le ofrece un camino si realmente quiere estar al servicio de un Estado de derecho: restablecer la soberanía nacional en todo el territorio de España y en todas las instituciones dependientes del Estado. Tanto las actividades de Eta como el referéndum propuesto por el lendakari, subsidiario de esas actividades, entran de lleno en el concepto de delito y deben perseguirse hasta hacer valer el imperio de la ley (the Rule of Law). Negociar con personas que, además de estar integradas en una banda terrorista, han cometido delitos de sangre y se hallan en situación de busca y captura es un delito, aunque se tenga el plácet del Congreso, pues ese plácet es ilegítimo en cuanto que su aceptación y su validez suponen la negación del imperio de la ley y en definitiva la quiebra del Estado de derecho. Todo Estado de derecho está obligado a utilizar en cada una de las situaciones que se le presentan los medios legales que le son propios, habida cuenta que esos medios serán siempre, por definición, legítimos, lícitos y suficientes.
A juicio de Pájaro Bobo, los españoles debemos exigir que el jefe de nuestro Ejecutivo haga valer la Constitución en todo el territorio español y que, de acuerdo con ella, persiga a las personas que la han transgredido.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿se atreverán los españoles a exigir al jefe del Ejectivo que haga valer la Constitución y, en el caso de que persista en no hacerlo, se atreverán a exigir su destitución y su procesamiento?
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