Soberanía nacional: pueblo e idioma
A los ojos de Pájaro bobo la situación existente hoy en Cataluña y Vascongadas es tan manifiesta como lamentable y tan lamentable como insostenible, toda vez que viene determinada por la pérdida de la soberanía nacional. Los separatistas han hecho su trabajo con probada eficacia: usurpar sendas parcelas de suelo nacional con los derechos que corresponden a sus habitantes en cuanto parte del pueblo español. Los que no han realizado su trabajo y se encuentran en permanente estado delictivo son los tres poderes del Estado: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. A ellos corresponde por derecho y obligación defender la Constitución vigente, expresión razonada y documentada de la soberanía nacional y marco legal de la España democrática constituida en Estado de derecho.
Evidentemente, las grandes víctimas de ese gravísimo delito de abandono/usurpación de la soberanía nacional son las comunidades de sentimiento español de Cataluña y Vascongadas, que ahora se ven privadas de su identidad e incluso de su lengua, erradicada del ámbito geográfico y social dominado por los separatistas ante la pasividad del Gobierno y los partidos políticos sedicentes democráticos. Al menos, que sepan todos ellos que eso es un delito. Su primera y más importante obligación es defender los derechos del pueblo español, sujeto de la soberanía nacional, con los medios, por definición eficientes y suficientes, que el Estado de derecho ha puesto en sus manos.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué se esconde detrás de tanta deslealtad y tanta traición?