La defensa de la lengua, la defensa de la nación
Pájaro bobo está convencido de que España seguirá siendo una nación mientras tenga una lengua nacional: el español. Y que dejará de ser una nación cuando deje de tener una lengua nacional: el español. Esa es la batalla. Convertir el español en una lengua regional o autonómica más es acabar con España como nación. Y en esas están Zapatero, sus aliados y sus cómplices.
Por lo tanto, el Manifiesto en defensa del español debe verse necesariamente como una reacción del pueblo español ante el sesgo que está tomando la política nacional y como una llamada de atención dirigida al Gobierno, sus aliados y sus cómplices. Y si no atienden a la llamada, ya pueden empezar a pensar la que les va a caer encima. Los políticos deben enterarse de una vez de que el pueblo español tiene una conciencia nacional de raíz histórica que una patraña como el Estado de las Autonomías no puede extirpar de la noche a la mañana.
Es fácil adivinar que la gran beneficiaria del Manifiesto y el movimiento cívico generado con él va a ser Rosa Díez. Con un poco de suerte, su partido se erigirá en la tercera fuerza nacional. Esperemos que no se tuerza y que siga creciendo de acuerdo con la línea que tiene ahora.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿sigue empeñado Zapatero en pasar a la historia como el valedor de la conjura que llevó a la destrucción de la nación española a través del Estado federal?