El modelo social vasco y el modelo social catalán
A pesar de la Eta y sus trabucaires, la sociedad vasca está formada por dos comunidades políticas relativamente homólogas y simétricas. Los miembros de la comunidad abertzale pueden votar tranquilamente a sus partidos de izquierda o de derecha y, aunque con mucha menos tranquilidad, los miembros de la comunidad de sentimiento español vienen haciendo prácticamente lo mismo. Tenemos, pues, una sociedad con dos comunidades de desarrollo vertical, enfrentadas y separadas por una invisible pero perceptible tierra de nadie.
En Cataluña también hay una sociedad con dos comunidades políticas numéricamente equiparables pero ni homólogas ni simétricas. Aquí las comunidades no están enfrentadas sino dispuestas de acuerdo con un plano horizontal; la comunidad de lengua y sentimiento españoles ocupa las capas inferiores de la sociedad, mientras que la comunidad de lengua y sentimiento catalanes acapara las capas superiores y con ellas todos los centros de poder y representación.
En el caso vasco tenemos un modelo social basado en el terror; en el caso catalán tenemos un modelo social basado en la opresión.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿donde está la soberanía nacional y la democracia para los españoles que viven en condiciones de terror y/u opresión?