PPC: Piqué y Nebrera, dos agentes y una traición
Vidal-Quadras definió —indulgentemente— a Josep Piqué como «fugado». El hecho es que, antes de fugarse, el tal fugado dejó en el PP de Cataluña a su subalterna Montserrat Nebrera con el encargo de que rematara su faena. La faena consistía en terminar de descuartizar el partido, provocar el caos en él y llevar sus restos a Convergencia, que ya estaba al tanto de la operación y esperaba el envío. Pero el envío no llegó y, transcurridos unos tres años, sigue sin llegar. Algo debió de salir mal. Mientras tanto, la tal Nebrera, erigida en raposa full time, se ha dedicado a visitar furtivamente los gallineros del PP de Cataluña en busca de gallinitas asustadizas y desvalidas. Su labor es realmente meritoria si tenemos en cuenta el empeño que ha puesto en ella, aunque todo hace pensar que la subsodicha ha contado y cuenta con medios humanos y económicos más propios de una firma comercial o un partido político que de una persona particular. Eso ha hecho que alguien preguntara refiriéndose a ella: «¿De dónde saca pa tanto como destaca?» El comentario resulta tanto más oportuno cuanto que recientemente la tal Nebrera ha protagonizado un anuncio, valorado en algo así como 15.000 euros, en el órgano oficial/oficioso del catalanismo institucional, laico y clerical.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿conseguirá la tal Nebrera desnaturalizar/descuartizar el PP de Cataluña y, en caso afirmativo, a dónde irán sus antiguos votantes: a Convergencia o al partido de Rosa Díez?
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