Fórmula Zapatero: economía, financiación autonómica, presupuestos del Estado
El Gobierno de Zapatero ha elaborado, por vía de urgencia y a modo de componenda o parche poroso, una serie de medidas para hacer frente y, en lo posible, frenar/paliar/contener el ruinoso curso de la economía nacional.
Nuestro jefe de Gobierno ha previsto la adopción, durante este año y el que viene, de veinticuatro medidas económicas. Después de escuchar sus explicaciones al respecto, Pájaro bobo tiene la impresión de que el pobre aún no se han enterado de que, en momentos de crisis, hay que ayudar en primera instancia a las clases sociales que más sufren, pero a sabiendas de que eso no hace sino agravar el problema o, lo que es igual, aumentar el número de personas que viven del Estado. Si en otros tiempos sonaba a blasfemia capitalista, hoy puede afirmarse sin ambages que el subsidio de paro aumenta el paro.
En opinión de Pájaro bobo, eso significa que las medidas de ayuda urgente a los sectores más necesitados de la sociedad deben ir acompañadas necesariamente de programas centrados en la dinamización de la economía productiva, empezando por las empresas, que son las que en verdad crean riqueza y generan puestos de trabajo. El sector productivo de la sociedad es el que financia la política social del Estado, no el Gobierno.
En el asunto de la financiación autonómica, el ladino leonés tiene muy claro que Cataluña debe entrar, como una de las diecisiete, en el saco de las Autonomías y que sus gerifaltes, empezando por los miembros del Sanedrín o Consejo Asesor, deben renunciar a perpetuidad al sueño imposible de las relaciones bilaterales. Cataluña necesita más a España que España a Cataluña, de la misma manera que el PSC, con Montilla incluido, depende del PSOE, no viceversa.
Por lo tanto, ha venido a decir Zapatero, que los separatistas catalanes no amenacen con chantajes como la formación de frentes nacionales y el rechazo de los presupuestos del Estado para hacer caer al Gobierno socialista. Los que caerán, en ese supuesto, serán ellos, que además quedarán desenmascarados para siempre. El chantaje separatista se basa siempre en amagar y no dar. Eso lo saben muy bien Bono, Guerra, Rodríguez Ibarra y, por supuesto, este pájaro bobo.
Resumiendo: de momento, Zapatero no tiene intención de renunciar a su política social, bautizada por el que suscribe con el nombre de votofactoría, mientras que los separatistas catalanes tendrán que empezar a maquinar una nueva argucia, estratagema, añagaza o gatuperio para ir avanzado en su camino hacia el precipicio.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué haría Zapatero sin los separatistas del Norte y del Este y que harían los separatistas del Norte y del Este sin Zapatero?