Los hijos de la red
Pájaro bobo llevaba tiempo buscando título para una idea suya y al fin lo encontró: Los hijos de la red. A él le gusta, cree que tiene gancho, hasta el punto de que le suena como el título de un libro o una película. También cree que, por elemental, es muy probable que ya se le haya ocurrido a alguien. Además, como estamos en la era de internet y el software libre, la autoría no cuenta, por más que cada ser humano se vea a sí mismo como autor y amo de su imaginario y con él de su mundo virtual y más íntimo. Miguel el informático dice que, en rigor, la autoría es una usurpación. La realidad, incluido todo eso a lo que llamamos ideas, está ahí, no pertenece a nadie en particular, pero por eso mismo está a disposición de todos. Pájaro bobo entiende lo que dice el informático, aunque, por un egoísmo atávico, practica la usurpación y defiende su derecho a usurpar.
Estos días se viene diciendo que los hijos de la red, llamados también navegantes y cosas parecidas, pueden influir decisivamente en los resultados de las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos. En cualquier caso, no cabe duda de que ampliarán considerablemente, en los planos horizontal y vertical, el espectro socio-político de interesados y votantes. Será una manera de romper, al menos parcialmente, el cerco de las minorías elitistas y su control de un régimen sólo putativamente democrático. Además favorecerá la culturización de los que, por falta de cultura, no están en condiciones de hacer valer sus derechos. A la democracia por la ilustración, hija natural y, por ende, muy legítima de la Ilustración.
Es posible que si Zapatero hubiera tenido en su momento buenos asesores políticos, en vez de cuatrocientos euros, habría regalado o, para ser exactos, habría prometido regalar a todos los votantes un ordenador ya programado y conectado a la red. Tantos ordenadores, tantos votos para siempre o, al menos, para una temporadita.
Pájaro bobo está convencido de que en nuestras próximas elecciones alguno de los contendientes tendrá en cuenta la añagaza y tratará de ponerla en práctica. Al decir esto pienso concretamente en el Partido de los Ciudadanos, si es que para entonces aún sigue vivo y en la brecha.
En cualquier caso es evidente que avanzamos hacia la ciberdemocracia —concepto y título ya inventados y utilizados—, después de superar etapas más bien recientes pero mucho menos técnicas, como la del mitin de masas, el boca a boca y el buzoneo.
Entre otras muchas cosas, la ciberdemocracia nos permitirá votar desde casa y seguir las incidencias de las campañas políticas y diversos happenings sociales en tiempo real desde casa. Eso, en un futuro inmediato, porque en un futuro mediato ya no será necesario votar. Entonces, los resultados, por conocidos, dejarán de ser resultados.
Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Cuánto tiempo tendría que vivir Pájaro bobo para sobrevivir a la última forma de opresión por parte de los últimos representantes de la última ideología dominante?
¿Será la ciberdemocracia la era de una democracia casi auténtica o auténtica?