España: sentencias y relevos
En opinión de Pájaro bobo, el rechazo tajante del referéndum de Ibarretxe por el Tribunal Constitucional ha sido la primera medida de una serie que debe devolver la soberanía nacional al pueblo español. La segunda, no menos significativa y decisiva, ha de ser la condena del Estatuto de Cataluña en bloque, letra y espíritu, por la misma instancia judicial. Ciertos indicios parecen indicar que el leonino leonés está al corriente de lo que va a ocurrir y, obrando en consecuencia por adelantado, ha dejado a sus desleales aliados actuales para buscar apoyo a sus Presupuestos en otras formaciones políticas y otros territorios. Él sabe, por larga y amarga experiencia, lo arriesgado que es depender de políticos como Pujol, máxima autoridad del Sanedrín, y Montilla, presidente de la Generalidad y secretario del PSC o Partido de los Separatistas Catalanes.
Parece ser asimismo que, un vez liquidado el Estatuto, Zapatero quiere meter mano en el PSC, ese que Montilla controla a la manera bolchevique. Visto con ojos del socialista leonés, la operación consistirá en sustituir ese mensajero cien veces traidor por un colaborador y subalterno de su confianza, que podría ser un tal Corbacho, hombre de pocas luces y, por lo tanto, con pocas ambiciones secesionistas. Al menos en apariencia, al menos de momento.
Como ha manifestado recientemente el su(b)sodicho bolchevique, al final se verá quién va de farol. Eso quiere decir que estamos ante una intriga/conjura con desenlace en el aire, como mínimo a los ojos de uno de los contendientes, pues debemos suponer que el otro hace ya tiempo que tiene conocimiento fidedigno de lo que se ha maquinado/pactado y se va a hacer. Otra cosa significaría que todos, separatistas y presuntos implicados, pueden intrigar, presionar y coaccionar, menos el jefe del Gobierno de la nación. La realidad nos dice que él también intriga y saca partido. En el caso presente, deshacerse de la coraza del separatismo catalán, tanto más cuanto que, con ocasión de su última intervención en el escenario estatal, éste se ha presentado como un frente nacional y ha amenazado con movilizaciones populares de ámbito «nacional», dicho sea en términos catalanes y para catalanes.
Pero como parece ser asimismo que nuestro intrigante y traidor jefe de Gobierno no gana para disgustos y soponcios, a él también le tienen preparado el relevo (léase la mortaja política) los de su propio partido. Lo decía un comentarista en uno de esos periódicos digitales que se cuelan en los hogares como si quisieran demostrarnos que para ellos no hay ni paredes ni barreras que valgan. Lamentablemente, en este caso el remedio sería, a mis ojos, peor que la enfermedad, que ya es decir, pues la sustituta de Zapatero sería, según la fuente aludida, Carme Xacó, fiera corrupia y menistra de Indefensa de mi patria.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿y si Pájaro bobo despierta un día y se encuentra con que todo ha sido una pesadilla o, dicho en catalán, un malson?
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