Pucherazo en el Vallès de los ciudadanos
Cargado con su puchero
llegó el ministrable y dijo
que en aquel puchero d’aram
con su sabroso refrito
sólo él metería cuchara
porque ese era su oficio.
Un viejo le miró con sorna
y comentó compungido
que entonces qué hacían allí
diez feligreses reunidos.
Que si algo hería su alma
no era aquel artificio,
sino la intelectual indigencia
del timador y su timo.
Moraleja
Si preparas un pucherazo
busca antes un buen cazo
Artículo sobre historias escrito por el 13 de septiembre de 2008 y sin comentarios de momento.
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