Artículos del día 29 de noviembre de 2008

Al Tribunal Constitucional: ¿Estatuto de Cataluña o Constitució de Catalunya?

En opinión de Pájaro bobo, el llamado Estatuto de Cataluña debe contener en su texto introductorio o de presentación dos conceptos capitales que son otros tantos requisitos imprescindibles para que el documento estatutario sea legítimo y constitucional. Además, dichos conceptos, con valor de declaración de principios, deberán estar formulados en términos explícitos, unívocos y afirmativos.

Primer concepto. Este documento, en cuanto Estatuto de Cataluña, constituida en Comunidad Autónoma del Estado español,  está supeditado en todo momento, tanto  en su conjunto como  en cada una de sus partes y en cada una de sus disposiciones, a la Constitución actualmente vigente en el Estado español, del que Cataluña forma parte indisoluble y del que este Estatuto ha recibido y recibe su legitimidad y su legalidad.

Segundo concepto. Este documento, en cuanto Estatuto de Cataluña, reconoce que la sociedad catalana está formada por dos comunidades sociolingüísticas: una comunidad de lengua española, ligeramente mayoritaria, y una comunidad catalana, ligeramente minoritaria. De acuerdo con el presente Estatuto, las instituciones de esta Comunidad Autónoma y sus representantes se comprometen a respetar y hacer respetar debidamente los derechos constitucionales de todos y cada uno de los miembros de una y otra comunidad en condiciones de igualdad, sin perjuicio para  nadie ni  beneficio ilícito para nadie.

Pregunta ingenua e intempestiva: ¿se atreverá el Tribunal Constitucional a aprobar un texto estatutario que no contenga esos dos conceptos, expuestos en términos explícitos, unívocos y afirmativos?

Intervencionismo, proteccionismo, libre mercado

Zapatero se esmerila. Ahora ya sabe que «estamos en la antesala de la que puede ser la primera recesión (crisis) global desde la segunda Guerra Mundial». Pero le cuesta admitir ciertas cosas, bien porque no sabe, bien porque no está acostumbrado a decir abiertamente lo que piensa. A él lo que le va y le tira es el juego sucio, la criptopolítica, la criptoeconomía y, por descontado, las criptonegociaciones. En otras palabras, el trapicheo, el menudeo, el mangoneo. Para Pájaro bobo, el modus operandi de Zapatero es una provocación constante.

Pero, aunque se esmerila, Zapatero no se ha enterado todavía —y muy probablemente no se enterará en lo que queda de siglo— de que la cumbre económica de los G-20 auspiciada por el estadounidense Bush fue una medida intervencionista, la mayor medida intervencionista-proteccionista de los últimos tiempos; por ejemplo, desde el plan Marshall. ¿El plan Marshall? Sí, el plan Marshall.

Pero, como a pesar de todo, nuestro jefe de Gobierno se esmerila, ahora prepara un plan de inversiones por importe de 11.000 millones de euros. Con ellos quiere crear 300.000 empleos. Se dice que el grueso de ese importe irá a morir a los ayuntamientos a través del ministerio de las Administraciones Públicas. Por lo tanto, eso no es ni intervencionismo ni proteccionismo.

Pájaro bobo considera que una de las primeras obligaciones de todo gobierno es atender a los que no tienen lo necesario para vivir y sobrevivir. Pero el Estado no es una institución benéfica sino una empresa que se rige y debe regirse por criterios económicos. En su opinión, el dinero debe entregarse prioritariamente a los sectores que lo hacen producir generando riqueza. En esencia, la tarea del gobierno consiste  en distribuir sabiamente  la riqueza generada.

A un lado tenemos el capitalismo salvaje,  a otro lado el paro subvencionado. Y si el capitalismo salvaje genera explotación y tensa las relaciones sociales, el paro subvencionado, además de ser un arma demagógica al servicio de  políticos como Zapatero, prima el parasitismo y castiga el esfuerzo. Ayudar, sí, pero exigiendo. Eso es, al menos, lo que Pájaro bobo ha hecho siempre en el ámbito de su economía.  Fórmula: check and balance!

En situaciones de crisis, las primeras ayudas deben ir necesariamente a quienes más necesidad tienen. Pero, una vez cubiertas esas necesidades, hay que elaborar proyectos destinados a sanear y equilibrar los diferentes sectores de la economía productiva, no un plan de beneficencia al estilo de las medidas intervencionistas-proteccionistas de Zapatero. Con eso se compran votos, no se solucionan los problemas económicos de una nación, problemas que son siempre, primera y esencialmente, de producción; después, en segundo lugar, de distribución.

Pájaro bobo tiene la impresión de que con sus medidas Zapatero compra votos, no soluciona ni intenta solucionar los problemas económicos de España.

Dos preguntas ingenuas e intempestivas
¿Por qué Zapatero habla de libre mercado si practica el intervencionismo y el proteccionismo?
¿No sabe lo que hace o no sabe lo que dice?

El Idióticon de Pájaro bobo
Se esmerila.
Del verbo esmerilarse. Participio,  esmerilado. Esmerarse con sus sinónimos y afines.