El fin de la partida y la muerte del rey
A Pajaro bobo no le ha sorprendido la invocación del ciudadano Tardà. Desear la muerte del rey es lo mínimo que puede hacer un separatista catalán. Eso ni cuesta dinero ni comporta castigo alguno. Ahí está José Bono, presidente del Congreso, para disculparle.
Después del asesinato de Ignacio Uría en Azpeitia y la reacción de sus compañeros de partida, las palabras del separatista catalán y la intervención de José Bono completan el cuadro: eso es lo que hay y eso es lo que somos.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿qué nos queda todavía por ver, oír y sufrir antes de que termine la partida o muera el Rey?
Porque lo cierto es que, tarde o temprano, la partida terminará, de la misma manera que, tarde o temprano, los reyes también mueren.
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