España-Cataluña: islas flotantes en el mar de la Sargantana
Enric Juliana, agente del Sanedrín catalán en los Madriles conocido en este minifundio virtual con el sobrenombre de «Topo del buen Retiro», ha visto en sueños el futuro de España y la España del futuro: algo así como una docena de islas mayores y menores que, después de desprenderse de su común plataforma tectónica, flotan a la deriva en el mar de la Sargantana, ayer piélago, mañana ciénaga.
Mar de la Sargatana (en catalán, Lagartija) es el nombre que Pájaro bobo asignó hace tiempo al tramo del Mare Nostrum que se extiende desde las islas de Lampedusa y Pantelería, en el Este, hasta el archipiélago de las Columbretes y las costas del Ampurdán, en la Fenicia de Poniente.
Una de esas islas es Cataluña, tierra de supervivientes. Enric Juliana, híbrido —cuerpo de hombre con nombre de mujer— y superviviente con credenciales de politólogo a sueldo de la Generalidad de la burguesía catalana, vislumbra un futuro muy triste para España y decididamente glorioso para Cataluña.
Pregunta ingenua e intempestiva: ¿por qué cree Juliana, cuerpo de hombre con nombre de mujer, que esas islas, después de flotar a la deriva, volverán a unirse y, cuando lo hagan, será bajo el escudo y la lengua de Cataluña?