La novela
Pájaro bobo tenía pensado y programado pasarse los últimos años de su vida escribiendo. Muchas cosas las tenía ya esbozadas e incluso plasmadas sobre papel. Había que ordenarlas, pulirlas y darles la forma definitiva. Ese era su plan, pero el tiempo pasaba y, por unas cosas u otras, no terminaba de centrarse en la tarea e hincarle el diente con ganas.
Como él sabe que en esos casos lo más fácil e incluso lo mejor para él es romper la baraja, la rompió. Y en esas está.
Pájaro bobo ha recuperado su novela, lo que tiene escrito de ella, y sus papeles: cuentos, ensayos y andróminas varias. Lo que salga ahora es lo que hay porque curiosamente es lo que había.
Uno es lo que es cuando deja de ser lo que era.
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