Artículos del día 4 de junio de 2009

Miguel Durán, vidente y ciudadano

Tan pronto como se endosó el terno de ciudadano,  Miguel Durán, vidente de la ONCE, se miró en el espejo como para disimular y dar el pego, pero en seguida,  respondiendo a una indicación de su nuevo amo, el grumete Rivera, se volvió, puso los ojos en blanco y  gritó a una sombra  que se disponía a entrar en el Parlament de la mitad menos uno de los catalanes:

«¡Tránsfuga!».

El vidente, ahora en tareas de cancerbero,  estaba seguro de que  sombra y  allure correspondían a José Domingo,  representante parlamentario  del colectivo charnego de Cataluña y  como tal  adscrito  al Partido de los Ciudadanos.

Como si lo viera.

Pero el interpelado  no  se  dejó  engañar y siguió adelante.  Quería hablar  con el tesorero-contable de la poderosa y prestigiosa  institución para saber si seguía en  nómina,  convencido de que sus  enemigos y detractores  habían urdido una añagaza   para usurparle cargo y peculio.

El plan  del grumete Rivera, respaldado por su Ejecutiva como guardia de Corps, era una indecencia (en la  jerga democrática,  una obscenidad)  y, como tal, más propio de un  discípulo de Berlusconi o de Pujol que de un muchacho  mentalmente sano que frisa en los  treinta.

A los ojos del Insomne,  el Partido de los Ciudadanos es hoy, tras su desnaturalización, una estafa y como tal debería ser tratado por sus seguidores naturales, el colectivo de lengua española de Cataluña.

Las urnas nos lo dirán.

En cambio, el Insomne considera que, diferencias personales aparte, José Domingo se ha hecho acreedor al respeto y el agradecimiento de cuantos han decidido seguir siendo españoles en estas tierras. Sus veinticinco años de lucha en entidades ciudadanas, en la variante  autóctona de la kale borroka y en las instituciones falsamente democráticas de Cataluña lo demuestran y avalan con creces.

Frente a él, el grumete Rivera aparece a los ojos de este observador nunca imparcial, casi siempre leal, como un delincuente político por su ambición y por los medios que viene utilizando, mientras que el tal Durán se muestra  dispuesto a añadir un eslabón más a su curriculum como practicante-beneficiario de  actividades   que, por su naturaleza especulativa,  constituyen   una  de las vergüenzas del capitalismo.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿por qué lo que empezó como movimiento popular y democrático ha pasado a ser coto de especuladores?

Proyecto español para Cataluña

Después de  años de imposición, por una parte, y de opresión, por otra,  de acuerdo con una orientación clara y definida, se puede negar pero no ocultar que en Cataluña hay dos comunidades sociolingüísticas: una comunidad opresora y una comunidad oprimida.

La comunidad de lengua catalana, a pesar de ser minoritaria, monopoliza todas los órganos de representación democrática y mantiene a la comunidad de lengua española en una situación de opresión que, en estos momentos, llega al extremo de negar a sus miembros el derecho  a recibir enseñanza en su idioma e  incluso a usarlo libremente en la vida pública.

Estamos hablando del  español, único idioma constitucionalmente oficial en todo el territorio de soberanía española y sus instituciones.

La opresión a la que está sometida la  comunidad de lengua española de Cataluña y sus miembros es un atentado a la democracia y, dada la inoperancia del Gobierno de la nación y de sus instituciones jurídicas, empezando por el Tribunal Constitucional,  a los miembros de esa comunidad corresponde sublevarse contra tal  opresión y exigir la implantación de un régimen realmente democrático.

Para ello, el Insomne considera que  los miembros de esa comunidad deben unir sus esfuerzos y crear una fuerza política que, en el marco de la Constitución española y en el ámbito de la soberanía nacional, defienda democráticamente sus derechos democráticos, sin prestar atención a acusaciones de anticatalanismo, pues si hay algo anticatalán  es precisamente la opresión que el establishment arracimado en torno a la Generalidad ejerce sobre más de cuatro millones de ciudadanos de  Cataluña,  cifra  equivalente al cincuenta y cinco por ciento de su población.

De acuerdo con la visión del Insomne se trataría, pues, de formar un partido con tres corrientes principales, a saber: una corriente de izquierda en la línea del socialismo histórico, representado en este caso por Ágora Socialista y hombres como Antonio Robles, una corriente de centro izquierda defendida por el partido de Rosa Díez y una corriente de derechas con un PP  revitalizado y regenerado. Su dirección correspondería lógicamente a Vidal-Quadras.

En la práctica estas tres corrientes podrían actuar como partidos autónomos pero manteniendo la unión y la lealtad  para defender en caso necesario los intereses comunes y generales de toda la comunidad de lengua española.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿no sería esa una respuesta mínimamente digna y adecuada  a  lo que han hecho los representantes políticos de la  comunidad de lengua catalana utilizando sistemáticamente  medios ilícitos  con fines inconfesables?