Del Idióticon del Insomne: miembro, miembra; señorita, señora
Como en español mondo y lirondo el miembro por antonomasia es el pene, al Insomne se le ha ocurrido que, con permiso de la señora Bibiana Aído, podríamos sustituir, al menos en determinados usos y acepciones, el vocablo miembra, más bien malsonante y poco evocador, por el de clítoris. Con ello tendríamos, por ejemplo, que la señora ministra Bibiana Aído no sería ya la señora ministra miembra, sino la señora ministra clítoris, tratamiento sin duda más agradable al oído y a la imaginación de los miembros con miembro (activo o no activo).
El término tendría además la ventaja de que se podría utilizar como nombre común y nombre propio según personas, casos y situaciones.
Seguimos en el ámbito de la sociolingüística, pero en otra parcela.
Ahora parece ser que la palabra señorita contiene en su forma connotaciones sexistas (machistas), discriminatorias y veladamente ofensivas para la mujer. Quienes así piensan dicen asimismo que una mujer es una mujer, independientemente de su edad, y que el tratamiento que le corresponde y, en consecuencia, debe dársele es el de señora.
Por lo que el Insomne sabe y entiende, la idea proviene de Alemania, donde, con ese mismo razonamiento/argumento, hace algún tiempo se eliminó el histórico, distinguido y bellísimo diminutivo Fräulein para dejar Frau como fórmula única y universal.
La cosa tiene su gracia si pensamos que, efectivamente, a las mujeres no les gusta que las clasifiquen por razón de la edad.
Pregunta a los cuatro vientos: ¿qué tratamiento preferirían las mujeres: señora miembra o señora clítoris?