Artículos del día 20 de junio de 2009

Eta: muerte

Eta ha vuelto a matar, que es lo peor que mejor sabe hacer.

Durante gran parte de mi vida  la muerte fue para mí el gran agujero negro.  Me negaba a aceptarla y no conseguía entenderla.

Con el tiempo y gracias a la edad he acertado  a ver en ella el momento epifánico: el acceso a una transcendencia contemplada, ya ahora,  como universo de ideas sin tiempo ni espacio.

A lo largo de la vida me he  preguntado muchas veces si sería capaz de matar.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿hay en mí un asesino al que no conozco?

UPyD Cataluña: de las europeas a las autonómicas

Es  humanamente lógico  y comprensible que, cuando alguien, en vez de ponerse al  servicio de una organización,  pretende que esa organización esté a su servicio,  se procure  un equipo de subalternos  ad hoc y, si es posible,  a su medida.

En definitiva, la talla  de aquel  nos da la talla de éstos y la talla de estos nos da la talla de aquel.

Nada nuevo bajo los cielos de la España autonómica.  Eso lo hacen por igual listos y tontos, políticos y empresarios,   gentes  ingentes de  izquierdas  y  de  derechas.

A partir de ahí es asimismo humanamente  lógico y comprensible  que ese equipo de subalternos —concebido y utilizado   como  Guardia de Corps—  esté atento a las órdenes y las  directrices de su amo y señor y que órdenes y directrices tengan que ver más con las ambiciones  personales de éste que con los intereses generales de la organización.

Quid pro quo:   tergiversación de   objetivos  e instrumentalización de  medios.

En la práctica, esa operación  hace que sean excluidos del organigrama todos aquellos elementos que, por exceso o por defecto, no responden a los designios  del planificador.

Con el agravante de que, de acuerdo con la experiencia, en la mayoría de casos  el excluido del organigrama  pasa a ser disidente y el disidente pasa a ser enemigo  declarado y activo de la formación o el partido. Y  como tal será presentado y estigmatizado.

En resumen: no es lo mismo un hombre para un proyecto  que un proyecto para un hombre. Y, por supuesto, no es lo mismo una rosa para un partido que un partido para Rosa.

En opinión del Insomne, lo ocurrido   últimamente en UPyD Cataluña ha sido una  tergiversación de objetivos y, a partir de ahí como consecuencia obligada,  una  eliminación/amputación de recursos humanos.

Esa situación, con sus dos errores básicos, se ha  puesto de manifiesto en las pasadas elecciones europeas. Los resultados han sido un retrato de la campaña,  la campaña ha sido un retrato de la planificación, la planificación ha sido un retrato del cerebro planificador.

El demiurgo.

El Insomne considera que  un partido político, mínime  si es  un partido pequeño pero ambicioso en sus objetivos, no puede permitirse errar reiteradamente   en la elección y fijación de sus objetivos   y/o  prescindir de alguna  de sus  fuerzas activas, habida cuenta que estas serán siempre exiguas e incluso insuficientes.

Él entiende que las formaciones políticas se nutren de las aportaciones voluntarias, siempre voluntarias, de sus afiliados.  En última instancia,  cada uno de ellos elige/decide la parcela y las condiciones en las que quiere colaborar. Todo lo que debe hacer es disparar cuando le digan y a donde le digan.

En este caso, los objetivos ya están fijados. De eso se cuida, con  celo y celosía,  el Consejo de los Gorriaranes, conocidos en el búnker de pladur y letra impresa como los Caballeros o Adalides de la Rosa.

En cuanto al fuego de fusilería, el Insomne,  viejo soldado  del Ejército español, considera que el secreto está en que todos disparen al mismo tiempo y en la misma dirección.

UPyD Cataluña puede  darse por satisfecha con los resultados de las elecciones europeas  si considera que ha salvado los muebles, aunque sea a cuenta de inventario.

Delante tiene unas elecciones autonómicas que pueden ser su gran oportunidad.  En ellas debería empezar a pensar, ya ahora, con criterios integradores  basados en la lealtad y la generosidad.

Se lo dice un   disidente, y es sabido que  disidentes y heterodoxos son, a menudo, defensores acérrimos de la ortodoxia.

Pregunta a los cuatro vientos: ¿saben los dirigentes de UPyD que el fuego concentrado en el tiempo y en el espacio puede obrar milagros  y hacer creer al enemigo que está no ante una jarca sino ante  un ejército de verdad?