Copa del Rey: un partido con tres fases y una victoria
A mi modo de ver y entender, el partido de fútbol Barcelona-Madrid, jugado ayer, miércoles, en Valencia, tuvo tres fases en términos táctico-estratégicos.
Primera fase
El Madrid sale decidido a hacerse con el control del partido en todas sus zonas territoriales y en todas sus acciones tácticas. Es un bloque sólido con sentido de la anticipación y codicia. A sus jugadores se los ve muy mentalizados o, como ahora se dice, enchufados .
El Barcelona no consigue tender su red (xarxa) y montar su máquina. Su cerebro de tres cabezas –Xavi Hernández, Iniesta y Messi– parece estar desactivado o, lo que es igual, fuera de juego.
El Madrid controla y manda, el Barcelona sufre y aguanta.
Segunda fase
Iniciado el segundo tiempo, el Madrid empieza a ceder terreno. Incomprensiblemente, deja que en el centro del campo se forme un vacío de espacio y juego que el Barcelona se apresura a ocupar y explotar. Los Pitufos de Guardiola, también conocidos como los Guardiolos –Iniesta, Xavi, Messi y Villa–, tienden rápidamente su red y ponen cerco a la portería de Casillas. Se merlasca la tragedia.
Tercera y última fase
Mourinho ordena a sus muchachos que pasen al contraataque, cueste lo que cueste. Y lo hacen. Desordenadamente. No saben, pero lanzan la pelota sobre la parcela contraria confiando en la rapidez y la habilidad de Di María, Cristiano y el recién aparecido Adebayor.
Centro, cabezazo y gol.
Peix al cove!
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