Carme Chacón, hombre clave del separatismo catalán
No hace falta ser un Rubalcaba, tampoco un Bono, para saber que, incluso en términos políticos, Carme Chacón no tiene ni media hostia.
Por esa razón, precisamente por esa razón entre otras, los separatistas catalanes, desde el seudomarxista Jaume Roures hasta Duran, Cara de piedra, lo eligieron como su hombre en los Madriles y el Bajo Llobregat, parcela de la Tanca catalana en la que hoy, en pleno siglo XXI, se sigue blasfemando en español como en los tiempos de la lucha callejera contra el franquismo, hace ahora treinta años i la torna.
Tiempos de barricadas en las calles e intrigas en los conventos. De obreros y burgueses.
Oh tempora, oh mores. O te atemperas o te mueres.
Ahora, Carme Chacón se cuida de que no se respete la legalidad vigente y los cachorros convergentes puedan organizar tranquilamente, sin el mínimo sobresalto, sus referendums independentistas, a modo de happenings botelloneros, en la plana de Vich, tierra del salchichón y el chorizo. Se trata de ir preparando el terreno y caldeando el ambiente para la gran performance.
Todo muy civilizado y formalmente democrático, que el burgués siempre fue temeroso de Dios y del poder humano y mundano.
Enric Juliana, cuerpo de hombre en nombre de mujer (al revés que Chacón) y espía fenicio en la capital del Reino, va diciendo por ahí que queda España para algo así como diez años.
Quiero creer que el pobre sueña truites y confunde truchas con tortillas. Que siga espiando, a lo mejor le pilla el toro.
El caso es que los separatistas catalanes, desde el seudomarxista hasta el feligrés de la cara de piedra, quieren que Chacón se haga cargo del PSOE o de lo que quede de él tras las próximas elecciones y prepare el terreno a un jefe de Gobierno catalán y separatista.
Ese jefe de Gobierno catalán y separatista podría ser el propio Chacón o Duran, Cara de piedra.
Habrá que estar atentos a lo que escribe el Juliana en la retaguardia de La Vanguardia y a lo que farfulla Jordi ben Gurión, conocido en este espacio virtual como el avi de la cigronada.
Mientras tanto, los caciques del PSC, ala seudoizquierdosa del Partido Único de Cataluña en la que intrigan desde hace más de treinta años burgueses como Maragall y Joaquim Nadal con todos sus subalternos, quieren utilizar al susodicho Chacón como animal de tiro para arrastrar a la charnegada y seguir administrando sus votos cuando se produzca la catalanización oficial, radical y definitiva del PSC.
Esa es la solución del dilema: frente catalán en toda regla o, lo que es casi igual, militancia y voto charnegos bajo dirección separatista. Para eso está ahí Chacón.
En realidad, eso es lo que han estado haciendo hasta ahora los caciques del PSC: vender al gobierno de España y concretamente al PSOE los votos de la charnegada como votos separatistas.
Y, mientras tanto, ir colonizando la Meseta.
La madre que los parió.