Duran i Lleida, el impostor de la Tierra Media
Nacido en la Franja, ya en tierras aragonesas, Duran i Lleida pertenece por deméritos propios a la burguesía catalana, dueña exclusiva del chiringuito conocido en este minifundio virtual con el nombre de Tanca catalana.
Miembro activo del establishment arracimado en torno a la Generalidad y bautizado por el que suscribe con el nombre de Rovell de l’ou, Duran fue enviado por Pujol (en realidad, por su señora esposa, doña Marta, tras un largo y cariñoso pillow talk) a los Madriles, capital del país vecino, donde, dada su condición de caradura, venía desempeñando el papel de cara amable del separatismo burgués.
Por todo ello, el hombre forma parte asimismo de una superestructura opresora para los más de cuatro millones de españoles, sólo españoles, que sobreviven y trabajan en Cataluña.
De ellos, unos doscientos mil son extremeños y en torno a los ochocientos mil son andaluces.
Esos extremeños y esos andaluces se pasan el día trabajando (en la construcción, en servicios y poco más), mientras Duran, el de la Franja, y sus aliados ideológicos y políticos se dedican a gastar y malgastar el dinero que les llega de Madrid en tramar intrigas y conjuras sin tregua ni descanso.
Dime, impostor, ¿cuánto cuesta montar una administración estatal propia, embajadas incluidas?
¿Y por qué eso, siendo delito, ni se tiene por delito ni se castiga?
Miserable, miserable.
Nota
Si es cierto que extremeños y andaluces tienen el PER, también lo es que los burgueses catalanes tienen para ellos, sólo para ellos, un multimillonario Momium Cultural con su igualmente multimillonario Palacio de la Música (en vernáculo, Palau de la Música Catalana).