Espíritu democrático
A mi entender, el espíritu democrático nace y se forma en el ser humano como una actitud intelectual –epistemológica y ética–: lo que uno cree saber o sabe y expresa con palabras es siempre y sólo una opinión personal.
Socialmente, el espíritu democrático se manifiesta, al menos en un plano ideal, como un universo de opiniones individuales que se respetan y, al respetarse, viven y conviven.
Pero, siempre a mi entender, en un régimen político el espíritu democrático no toma cuerpo realmente a partir de la existencia y la aceptación de un universo de opiniones individuales sino a partir de un pacto de quienes aceptan ese régimen y se someten libremente a él.
Pacto social basado en la lealtad.
De hecho, todo régimen político auténticamente democrático se asienta en un pacto de lealtad y, sólo a partir de ahí, en la libertad de opinión y acción.
Sea por espíritu democrático o por falta de él, yo no estoy dispuesto a aceptar y respetar un régimen político asentado a priori en la destrucción de España.