Cataluña: movimiento burgués, no nacionalismo
Siempre he dicho que lo que tenemos ahora en Cataluña es en realidad un movimiento burgués, no nacionalismo.
Primera pregunta: ¿pueden los descendientes de trescientas familias arrogarse la representación de todo un pueblo e incluso de toda una sociedad?
Entiendo que el pueblo catalán está formado por los catalanes, mientras que la sociedad de Cataluña está formada por una comunidad de lengua catalana (tres millones de personas en números redondos) y una comunidad de lengua española (cuatro millones de personas en números redondos).
Esa es una realidad que los separatistas catalanes siempre han ocultado en sus alegatos en defensa de la libertad de un pueblo, pero que a buen seguro terminará imponiéndose en nombre de la democracia.
Segunda pregunta: ¿por qué los separatistas catalanes ignoran la deliberada y sistemáticamente la existencia de una comunidad de lengua española en Cataluña y luego incluyen sus miembros (cuatro millones de personas) en ese pueblo catalán que según ellos reclama la independencia?
En cualquier caso, ya hemos empezado a ver que Cataluña –sus instituciones políticas, sus comunidades lingüísticas, sus partidos políticos, etc.– está en manos de una burguesía que utiliza despiadadamente los sentimientos de las personas para su enriquecimiento.
A mi modo de ver, esa burguesía desleal y depredadora es en estos momentos la principal enemiga de Cataluña, sus gentes y sus instituciones.