Cataluña-España; PSC-PSOE
Artur Mas, siguiendo fielmente las órdenes del Sanedrín y su hoja de ruta, lleva tiempo tratando de situar a Cataluña en un plano que le permita establecer relaciones de igualdad con España, o sea, de Estado a Estado. Simultáneamente, España deberá cumplir, nolens volens, sus deberes y financiar el proyecto independentista catalán, incluida una administración propia y exclusiva con todos sus organismos.
Con todo ello se pretende no sólo que Cataluña esté a un mismo tiempo dentro de España y fuera de España, sino también que Cataluña sea independiente respecto de España y España sea dependiente respecto de Cataluña, de manera que, como ya ocurre ahora en buena medida, los catalanes puedan entrar y salir libremente de España y, sobre todo, ir ocupando cada vez más resortes de poder y cargos de responsabilidad en sus organismos para más adelante, mediante un último y definitivo salto cualitativo, atenazar al Estado y, en última instancia, apoderarse de él, incluida su Administración.
Lo más triste de todo ello es que, si se cumplen sus pronósticos, España quedará reducida a una serie de territorios sin organización de Estado que en lo sucesivo serán administrados por Cataluña. Según ellos, de ese modo el dominio de la Península Ibérica habrá pasado finalmente de la burguesía castellana, una burguesía de matriz feudal, guerrera y en estos tiempos parasitaria, a manos de las burguesías periféricas y concretamente de la catalana, más activa, más moderna y más europea.
Por mucho que me duela, dada la falta de conciencia patriótica de los españoles, en esas están.
De manera análoga y simultánea, Pere Navarro trata de llevar a cabo el encargo de que el PSC, ala pseudoizquierdosa e insultantemente burguesa de un socialismo catalán inexistente por racista, clasista e insolidario, establezca relaciones de igualdad con el PSOE, pero apropiándose antes, para gestionarlo y comercializarlo a perpetuidad y sin derecho de réplica ni reclamación, el voto de esa población catalana de lengua española y sentimiento español que tanto necesita para completar el cuadro demográfico, no democrático, de la futura nación y, mientras tanto, seguir chantajeando con él a un PSOE sin doctrina ideológica, sin programa de trabajo y sin liderazgo
A mi modo de ver, Mas y Navarro son dos subalternos del Sanedrín catalán o, si se prefiere, dos caras de un mismo plan y una misma traición.