Artículos de diciembre de 2013

Ajedrez: Magnus Carlsen

Dada su condición de campeón mundial de ajedrez con 22 años, es obligado pensar que el muchacho posee dotes  excepcionales para el cálculo, aunque, a decir verdad, su físico no responde a los estereotipos habituales en un campo en el que abundan los chicos con aureola de genio extravagante.

En cualquier caso,  se le asigna un coeficiente intelectual muy alto y su actividad ajedrecística nos confirma que, junto a esas cualidades, posee una fuerza de voluntad igualmente impropia de una persona de su edad, que me atrevería a definir más bien como resiliencia (resilience), pues, según confesión propia, empieza a sentirse a gusto cuando, superadas la apertura y buena parte del medio juego,  la partida se adentra en su fase última y decisiva.

Evidentemente, hoy el ajedrez como actividad mental al servicio del ser humano ha quedado empequeñecido por el concurso  –a mi modo de ver, desleal y abusivo- de máquinas electrónicas. Como resultado de ese concurso, hace ya tiempo que también en este campo se viene hablando de ciborgs, ingenios mitad cibernéticos y mitad humanos, con una capacidad de cálculo que sobrepasa en mucho la mente humana y amenaza con poner fin a todos los enigmas del llamado juego ciencia o, al menos, con  reducirlo a lo que acaso fue en un principio, un pasatiempo y un juego de niños.

En ese punto y en ese momento histórico podemos situar a Magnus Carlsen, a quien yo nunca llamaría el  Mozart de las sesenta y cuatro casillas como han hecho varios comentaristas.

 

 

Albert Rivera y Pere Navarro: Ciudadanos y PSC

Me temo que el partido Ciudadanos, liderado por Albert Rivera, terminará siendo aquello para lo que, más que probablemente, fue creado: una cuña catalana-catalanista inserta entre  los dos grandes partidos españoles para impedir/dificultar el entendimiento entre ellos  y convertirse en árbitro de la situación política de España en un futuro no lejano.

Ese mismo papel, o uno  parecido, ha venido desempeñando el PSC  desde los tiempos de Maragall hasta  los de Pere Navarro: mediador entre Cataluña y el PSOE, cuando no entre la Generalidad y el Gobierno de España.

Y mientras  los separatistas siguen maquinando la destrucción de España, los españoles pagando y sin enterarse de la película.

 

Constitución y derecho a decidir

A mi entender, la Constitución –básicamente toda Constitución– regula el derecho a decidir de personas y colectivos constituidos en partidos políticos.

En la Constitución española de 1978 se establecen las normas que regulan el derecho a decidir de los españoles en asuntos de su interés. Todo lo que hay que hacer es respetar la ley y seguir sus normas.

¿Cambiar la ley? Si, pero primero hay que cumplirla y después, si se quiere cambiar, seguir la norma establecida.

Exigir por procedimientos ademocráticos  que se cambie la ley o, lo que es más grave, la Constitución cuando se ha conculcado deliberada y premeditadamente  desde un principio es, a todas luces, un delito.

Y, a mi modo de ver, en ese delito está incluido el de prevaricación.

Bilateralidad: Cataluña-España

Por de pronto, los separatistas catalanes han conseguido situar a la Generalidad en un plano de igualdad con el Gobierno de España, con la ventaja para ellos de que siempre o casi siempre llevan la iniciativa y actúan por sorpresa. Lo que hace España es defenderse como puede y sabe, y la verdad es que ni  puede ni sabe mucho, pues, en mi opinión, ni conoce a los separatistas catalanes ni, de momento, está en condiciones de conocerlos.

En cualquier caso, aquí la parte –Cataluña– es más que el todo –España–, por la sencilla razón de que Cataluña forma parte de España pero España no forma parte de Cataluña. En la práctica eso significa que los catalanes pueden ocupar cualquier puesto en la estructura del Estado español, mientras que los españoles tienen vedado el acceso a los niveles superiores de la Administración catalana.

Este planteamiento, creo que ideado  por Maragall y su camarilla, ha sido utilizado primero  por el PSC en sus relaciones con el PSOE, después por CIU en sus relaciones con el gobierno de Aznar y últimamente por la Generalidad en sus negociaciones con el Estado español.

Si esto es realmente triste, más triste es, al menos para mí, comprobar cada día que los españoles siguen sin enterarse de qué va la película.

 

Cataluña: plan separatista

A mi modo de ver y entender, en el plan elaborado por los separatistas catalanes –para mí, una conjura  urdida durante décadas por su burguesía desde una profundísima  e incurable deslealtad– hay que distinguir y tener en cuenta, como mínimo, estos conceptos, que son otros tantos momentos históricos: estado actual y meta, táctica y estrategia.

Avanzo que, en mi opinión, la meta perseguida no es la independencia de  Cataluña en sentido convencional sino algo infinitamente más ambicioso como es una Cataluña soberana e independiente de España, junto con una España sometida a Cataluña y dependiente de ella.

Vuelta a la historia e inversión de la situación actual y sus relaciones de fuerza.

Pregunto: ¿son capaces los españoles de situarse en el peor de los casos posibles y trazar un plan no sólo para hacer frente, ya ahora,  a esa conjura sino incluso y sobre todo para acabar de una vez por todas con el separatismo, sus raíces y sus ramificaciones?

España: separatismos y supervivencia

El gran problema de España en estos momentos es, a todas luces, el separatismo, sobre todo el catalán. Lamentablemente, los catalanes tienen ahora un plan para acabar con España, pero, aún más lamentablemente, los españoles no tienen  un plan para acabar con el separatismo (en realidad, nunca lo han tenido)..

Por eso, principalmente por eso, los separatistas (catalanes) con menos hacen más, mientras que los españoles con más hacen menos.

En cualquier caso  podemos pensar que, a largo plazo, la situación actual va a resultar insostenible y entonces o España termina de una vez por todas con el separatismo o el separatismo termina con España.

¿Compromiso, convivencia?

Por lo que yo sé, el separatista catalán pacta, siempre pacta, pero nunca, nunca cumple lo pactado.

El Estado contra el Estado

Merced a una cadena de fraudes de ley urdida y ejecutada por equipos de juristas a sueldo, la burguesía de Cataluña, siempre desleal y oportunista, se apoderó de los resortes de poder políticos y económicos de esta comunidad autónoma, que, acto seguido, declaró la guerra al Estado de cuya estructura administrativa formaba y sigue formando parte.

Una parte de la estructura del Estado contra el conjunto del Estado.

En la mencionada cadena de fraudes de ley yo veo, además de ese,  los siguientes delitos:

sedición e incitación a la sedición,

deslealtad a la Constitución vigente,

traición a España y los españoles,

prevaricación,

extorsión,

corrupción institucional e institucionalizada con malversación sistemática y continuada de caudales públicos.

Es evidente que el plan, dirigido contra España y los españoles, se está financiando íntegra y totalmente con dinero de España y los españoles.

 

¿Aborto? Vida y utopía

Entiendo por utopía  ese momento último y primero, ahora suspendido en el tiempo, en el que todo lo real es racional y, por lo tanto, sólo lo racional es real.

Entiendo que a ese momento se llegará por el ciclo natural de la vida, muerte natural incluida.

Entiendo que el aborto como medida de selección individual e higiene social por eliminación pertenece al ámbito de la ingeniería genética.

Entiendo que la esencia del socialismo –siempre y necesariamente utópico– es la utopía y entiendo que a la utopía se llega por la vida, nunca por esa forma de muerte provocada que es el  aborto.

Entiendo que el aborto pertenece al alma de las ideologías sin alma.