Artículos de marzo de 2014

Toñi Moreno o la solaridad

Confieso que sigo profundamente impresionado por el programa «Entre todos», presentado por Toñi Moreno, la Pitufa, en la Primera de TVE. Su éxito es para mí el éxito de la solidaridad humana: gente sencilla –más mujeres que hombres, más personas jubiladas que laboralmente activas, con toda probabilidad más pobres que ricas– ayuda económicamente a personas en situación de extrema necesidad; entre estas abundan las familias con hijos pequeños y gravísimos problemas de  diversa índole. Miseria económica y enfermedades de muy difícil curación e incluso sin curación.

La Pitufa, siempre activa y siempre proactiva, va y viene con su mensaje en la boca: ¿en qué puedes ayudar?

Las llamadas se suceden y con ellas las ayudas.

Toda una lección para los políticos y su Estado de las Autonomías.

Entiendo que en España sigue habiendo españoles y que, al margen de la política, en éstos sigue alentando un sentimiento de pertenencia que puede y debe definirse como patriotismo.

Me pregunto quién se empeña en destruir ese sentimiento y por qué.

Habrá que esperar a ver cómo evoluciona el programa y en qué queda el sentimiento de solidaridad que ha despertado.

Yo sueño con una sociedad solidaria en una España solidaria.

 

El abad que yo conocí

Debió de ser con toda seguridad a finales de la década de los setenta de ese siglo que ya es historia. Los dos estábamos en la barbería-peluquería existente entonces junto a mi casa, en Sabadell.  Él, un chico joven, se me acercó y, después de comentarme algo sobre un pequeño artículo que yo había publicado días antes en el periódico local,  me animó (¿incitó?)  a que continuara con mi labor y en mi línea.

Quiero recordar que en el artículo yo me había pronunciado abiertamente contra Franco, el franquismo,  el gobierno de la Transición o contra todo a la vez. .

Evidentemente, él me conocía; yo a él también, pero menos.  Aun así, me sorprendió que alguien me soplara o insinuara qué y cómo debía escribir, pero sólo en parte, pues llevaba suficiente tiempo en Cataluña para saber cómo actuaban algunos clérigos de esta provincia o autonomía eclesiástica, aunque entonces todos sin excepción permanecían sumisos y silenciosos como trapenses. De hecho, la manera de actuar del futuro misacantano respondía a la que después sería una de las señas de identidad de los separatistas catalanes: incitar a la charnegada a dar la cara mientras ellos maquinaban  la conjura en los conventos, entre plegaria y plegaria.

Han tenido que transcurrir  tres décadas «i la torna» para que el clérigo, ahora abad, hiciera públicamente profesión de fe. Y la ha hecho, a buen seguro cumpliendo órdenes.

 

Javier Nart y la burguesía catalana

Javier Nart declara en una entrevista (ABC, 23-3-2014) que la burguesía catalana se benefició del franquismo. Eso es verdad pero no toda la verdad. El hecho es que, desde el mismo día de la victoria, la burguesía catalana formó parte destacada del franquismo.

A mi modo de ver, el comportamiento de la burguesía catalana en la etapa comprendida entre el fin de nuestra guerra civil y la llamada Transición democrática o, si se prefiere, la consolidación de un sistema formalmente democrático en España responde a una norma seguida escrupulosamente por todas las burguesías del mundo a lo largo de los tiempos: estar siempre en el bando vencedor y formar parte del organigrama político y, sobre todo, económico del nuevo orden.

Ideología dominante, clase dominante.

Como clase dominante, la burguesía hace suya en cada nueva situación la ideología dominante, sea ésta, por ejemplo,  el patriotismo español  de los cuarteles o el separatismo liderado por una falsa izquierda ilustrada en peregrino maridaje con un clero de clara vocación mundana y cismática.

A la postre, todo se reduce a dejar de ser nacionales para empezar a ser nacionalistas. Lo que no cambia es el interés por lo que realmente interesa.

Hay, pues, razones para pensar que, si en el futuro hubieran de cambiar las cosas, esa burguesía, una vez más fiel a sí misma, no dudará en sacar las viejas camisas azules de sus abuelos y ponerse a cantar  el «Cara al sol» a pecho descubierto.

A propósito, ¿dónde guarda el «Avi» Jordi su título honorífico y denigrante de «Español del año»?

 

Separatismo catálán

Entiendo que el separatismo catalán es estratégicamente ambicioso,  tácticamente corrosivo, socialmente insolidario, políticamente desleal y dialécticamente irreductible.

Para Artur Mas, actor principal de la farsa ideada por Jordi Pujol y su equipo de especialistas (todos ellos de escuela hebrea), cada  nuevo revolcón legal es una victoria y cada nueva victoria un paso adelante.

¿No es cierto, Juliana?

Se comprende que quienes así piensan y actúan no quieran respetar  la Constitución ahora vigente en España, que responde a un pacto de lealtad de todos sus ciudadanos, y se sientan ofendidos por ese programa televisivo, humilde y popular, llamado «Entre todos», que dirige Toñi Moreno, la Pitufa.

¿Podría decirnos el abad de Montserrat cuáles son los valores morales de su selecta comunidad y con  qué medios  los defiende?

Españoles, extranjeros en Cataluña…

Soraya Sáenz de Santamaría ha dicho en Barcelona que no quiere que ningún español se sienta extranjero en su país.

Pregunto:

¿Cuántos españoles se sienten extranjeros en Cataluña?

¿Cuántos españoles son tratados como extranjeros en Cataluña?

¿Cuántos españoles son utilizados por los separatistas catalanes como moneda de cambio?

¿Cuántos españoles han sido desposeídos de sus derechos constitucionales y sobreviven en condiciones de muerte civil en Cataluña?

Consejo

Si la señora Sáenz de Santamaría quiere saberlo y contestar correctamente a esas preguntas, le aconsejo que utilice el truco del  jefe infiltrado o el millonario anónimo, convenientemente adaptado (ver programas homónimos de  TV).

Además, como  a la señora Saénz de Santamaría seguramente también le interesará saberlo,  pregunto:

¿Cuántos separatistas catalanes activos hay en la capital de España?

¿Cuántos separatistas catalanes trabajan en la estructura del Estado y contra el Estado, desde los medios de comunicación hasta el Ejército, pasando por la Judicatura, Hacienda y Asuntos Exteriores?

¿Cuántos separatistas catalanes cobran del Estado por su traición?

¿Cuántos separatistas catalanes son tratados como invitados de honor por el Gobierno de España?

Consejo

Preguntar por separado a Enric Juliana, politólogo avisé,  y a Duran i Lleida, Cara de Piedra.