Sociedad Civil Catalana
En Barcelona se ha presentado, horas ha, un colectivo, ni partido político ni movimiento social stricto sensu, autodefinido como Sociedad Civil Catalana. Pero toda vez que el nombre aparece primera y prioritariamente en catalán, con el español en letra menuda y a modo de nota a pie de página, quiero pensar y pienso que no es eso sino algo muy distinto.
Experiencia obliga.
Una vez más, la presentación ha tenido lugar en el teatro de la ambigüedad. Naturalmente con actores seleccionados y bajo control, naturalmente con claque charnega, naturalmente a casa nostra, que naturalmente nunca fue casa de todos.
Estamos en un paralelo que ya no es El Paralelo, junto a un molino que ya no es El Molino.
Por lo demás, entiendo que no es lo mismo sociedad civil catalana que sociedad civil de Cataluña, pues entiendo asimismo que la sociedad civil de Cataluña está formada básicamente por dos comunidades sociolingüísticas: una comunidad de lengua catalana y una comunidad de lengua española. La primera es minoritaria, la segunda mayoritaria. Aun así, la primera controla, dirige y organiza tanto la vida social como la actividad política de las dos comunidades, oficialmente fundidas en una única sociedad civil, mientras que la segunda, falta de entidad reconocida, trabaja, calla y, al parecer, otorga.
El nuevo colectivo se define a sí mismo como transversal. ¿Transversal referido a la sociedad civil catalana o a la sociedad civil de Cataluña?
En cualquier caso, considero que el nuevo colectivo –al parecer, dirigido por intelectuales pertenecientes a las últimas levas universitarias– podría haber tenido en cuenta la naturaleza de la sociedad civil de Cataluña y su composición/descomposición en dos comunidades no yuxtapuestas sino superpuestas: una dominante y otra dominada.
Por lo tanto, transversal, sí; pero también interclasista.
Pregunta a los cuatro vientos: ¿hacía falta una nueva añagaza intelectualoide para terminar practicando esa variante de la Realpolitik prusiana conocida en estas tierras como política de la puta i la Ramoneta desde los tiempos infaustos de la Transacción? Sí, sí, Transacción.
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