Espiral del caos
Dos personas discuten; no se ponen de acuerdo.
Una tercera interviene, pero no consigue ni conciliar las posturas de las dos ni imponerse a ellas.
La discusión entre dos se ha convertido en una discusión entre tres.
Llega una cuarta persona, que tampoco consigue poner orden entre las tres ni imponerse a ellas.
Nuevo salto cuantitativo.
Ahora ya tenemos una discusión entre cuatro personas, ninguna de las cuales cede ni tiene fuerza para imponerse a las demás.
Si el esquema se repite mediante sucesivos saltos cuantitativos, llegaremos inexorablemente a una situación en la que todos discuten y nadie escucha ni cede.
Caos total.
En mi opinión, eso es justamente lo que ocurre en España, tanto con sus políticos como con los miembros de su sociedad civil.
¿Qué puede/debe hacer uno ante esa situación?
Mantenerse alejado y guardar silencio, palabra de Wittgenstein.
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