Ni Marx ni Piketty, la andorga
Desde Marx hasta Piketty, los economistas y sus intérpretes nos han venido explicando que, a medida que el capitalismo avanza, crecen las desigualdades entre los dos grandes grupos socioeconómicos en que se dividen los seres humanos, de modo que los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres.
Hay que combatir las desigualdades.
Aun así, como nos consta que cada día, en pleno siglo XXI, miles de seres humanos, en su inmensa mayoría niños y mujeres, mueren de hambre, resulta evidente, al menos para mí, que ahora la lucha debería centrarse prioritariamente en conseguir que el ser humano que menos tiene tenga lo necesario para vivir, de modo que ninguno muera de hambre y desamparo.
Ni Marx ni Piketty, primero la andorga (después el bajo vientre, después la cabeza).
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