Jordi Pujol, padre
Como padre con dos hijos (chico y chica), lo que más me ha impresionado del caso Pujol hasta ahora es que este hombre haya enseñado a sus hijos a robar y que tanto él como ellos lo hayan hecho en el ámbito de la economía especulativa pura, sin utilizar siquiera a modo de pantalla o tapadera una empresa dedicada, aunque fuera sólo de manera ficticia, a la economía productiva, como, por ejemplo, el muy ignorante Ruiz-Mateos.
Evidentemente caben otros juicios y otras opiniones sobre el caso, pero en estos momentos considero que, en el fondo, el hombre es digno de lástima, mientras que a sus hijos los veo ante todo como víctimas de la ambición del padre (y la madre).